Yolanda Díaz desinfla el optimismo económico de Sánchez: «La gente lo está pasando mal»

En un mitin celebrado en Madrid junto a algunos de sus primeros espadas en las listas provinciales y su número 2 por la capital, Yolanda Díaz se ha aferrado al discurso económico por el que Sánchez ha tratado de derivar la campaña de las generales, pero lo ha hecho para criticar la situación actual por la que atraviesan muchas familias por las subidas de las hipotecas. «Yo no comparto la visión optimista de los macrodatos, que van bien, pero no son suficientes», ha indicado la vicepresidenta segunda del Gobierno.

Díaz ha tratado de desporjarse de la sombra de Pedro Sánchez para hacerse un hueco en una campaña que el presidente queire centrar en la elección entre PP y PSOE apelando al voto útil. «Estas elecciones no van del futuro de ningún político», ha indicado con insistencia. «Van de que tu vida sea mejor y más fácil». La líder de Sumar ha pedido «dejarse la piel para conseguir movilizar a España para la gente que está esperando una respuesta, porque hay futuro y tenemos esperanza».

La crítica de Díaz hacia el propio gobierno de coalición en materia económica ha llegado hasta la subida de las hipotecas, «el principal problema que tiene nuestro país». La vicepresidenta ha recordado que hay cuatro millones de familias cuyas cuotas se han incrementado en el último año en hasta 300 euros al mes y que el código de buenas prácticas acordado entre Economía y la banca «ya no sirve». «Solo ha beneficado a 10.000 personas», ha indicado. «No sirven los códigos éticos en una crisis de inflación». Por ello, ha anticipado el próximo anuncio de un bono de emergencia para familias hipotecadas en apuros.

Esta misma semana, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, trataba de insuflar ánimos por los recientes registros laborales y de crecimiento, llamando a un debate con el responsable económico del PP, consciente de la pujanza actual de la economía.

En un discurso centrado prácticamente en la economía, Díaz ha abogado por aplicar una «ley de usos del tiempo» laboral, acabando con «la jornada centenaria de 40 horas a la semana». También ha defendido el proyecto de Estatuto del Becario que ha firmado esta misma semana con los sindicatos advirtiendo de que quien se oponga tendrá que dar explicaciones a los jóvenes en prácticas que están en las empresas.