Las izquierdas pugnan por abanderar la revolución verde

Los errejonistas, de hecho, debutan en la arena nacional con una necesidad imperiosa de diferenciarse del PSOE y de Unidas Podemos y el verde es el color con el que han querido encontrar a su electorado. Además, cuentan con Equo como socio, una formación tradicionalmente ambientalista que rompió con los de Iglesias en septiembre.

Los de Errejón hablan en su programa de 'Un acuerdo verde para España', que recupera antiguas demandas como el cierre de las centrales nucleares o el autoconsumo energético, además de incluir otras propuestas contemporáneas como reducir la semana laboral a cuatro días o ampliar el derecho al voto a los mayores de 16 años, «la generación a la que van a afectar las consecuencias del cambio climático».

Una estrategia de marca que los politólogos ven «lógica». «En Más País buscan mostrarse más de izquierdas que el PSOE y más verdes que Podemos. Errejón tendrá que reforzar esta postura en los mítines poniendo muy arriba el tema ecologista», explica a este periódico Eduardo Pascual, profesor de los Estudios de Ciencia Política de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

Desde Unidas Podemos, Pablo Iglesias reaccionó rápido a la aparición de Más País captando a Juantxo López de Uralde, exdirector de Greenpeace España y destacado exdirigente de Equo que sigue en la formación morada, y rodeándose de activistas como Laura Laguna, representante en España de Fridays for Future, el colectivo ambientalista que lidera a nivel mundial Greta Thunberg, responsable de las multitudinarias marchas que han sacado a la calle a millones de jóvenes en todo el planeta. Entre las recetas de Podemos, se encuentran impedir «las puertas giratorias» que conducen a los políticos a puestos directivos en grandes eléctricas y la necesidad de crear una empresa pública de energía que compita con el «oligopolio energético».

Y es que en comparación con los principales países de la UE, el tren del ecologismo político ha llegado con retraso a España. Este vacío que trató de llenar Equo a partir de 2009, pero como señaló el propio López de Uralde, el movimiento verde nunca logró representación en el Congreso hasta que se integró en Unidas Podemos.

Distina es la situación que se vive en países como Alemania. Allí, en las últimas elecciones europeas, Los Verdes quedaron en segundo lugar con el 20,5% de los votos, superando a los socialdemócratas del SPD y situándose cerca de la CDU de la actual canciller, Angela Merkel. En los Países Bajos también cosecharon su mejor resultado en las últimas generales de 2017, cuando batieron su récord con el 9,1% del escrutinio pasando de los cuatro a los catorce escaños en el Parlamento. Una historia que se repite en Suecia -donde forman parte de la coalición queGobierna-, o Dinamarca. «Al tener las necesidades cubiertas pueden preocuparse más por los asuntos ecológicos. En España nos preocupaba más el paro, el terrorismo y ahora el independentismo», explica Pacual.

Los expertos no se atreven a predecir el resultado en las urnas de este 'efecto verde'. Ya erraron en Portugal, cuando el partido ambientalista PAN pasó de tres a cuatro diputados en las parlamentarias del pasado domingo, un resultado menor del que vaticinaban los sondeos.