El candidato del PSOE, Pedro Sánchez, participa en el debate electoral. EFE

El presidente reclama ahora que se deje gobernar a la lista más votada

PACTOS ·

Los partidos no ofrecen la más mínima luz sobre cómo se saldrá de la situación de bloqueo tras el 10-N

Martes, 5 de noviembre 2019, 00:56

El líder del PSOE no pudo dejar ayer más claro su anhelo: conservar el Gobierno sin necesidad de negociar con nadie. Pedro Sánchez ya había propuesto emular los sistemas de investidura del País Vasco y Asturias, donde no es posible votar en contra de un ... candidato y se eleva a la presidencia a aquel que consiga el respaldo del mayor número de diputados, como fórmula para salir del bloqueo. Anoche en el debate, fue un paso más allá y reclamó lo que durante muchos años defendió el PP de Mariano Rajoy y rechazó su partido, que se permita gobernar a la «lista más votada».

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La idea fue recibida con ironía por quien aspira a ser su principal socio y coaligado en el Ejecutivo, Pablo Iglesias. «Lo que está diciendo es: 'No quiero llegar a un acuerdo, lo que quiero es cambiar reglas para que quien gane se lo lleve todo -reprochó-. El nuestro es un sistema parlamentario y cuando nadie tiene mayorías absolutas es prácticamente imposible que haya un Gobierno de partido único; este no es un sistema presidencialista».

Ni los intentos del líder de Unidas Podemos porque Sánchez aclare si va a buscar la abstención del PP y Ciudadanos, ni los de Pablo Casado porque dijera si está dispuesto a volver a ser elegido presidente con una mayoría similar a la que le aupó en la moción de censura contra Mariano Rajoy y de la que formaron parte tanto Bildu como los independentistas catalanes sirvieron de nada. Sánchez guardó silencio ante las preguntas directas de uno y otro. El líder del PP, en cambio, sí cerró la puerta a un entendimiento con los socialistas. «Yo -dijo- no voy a pactar con usted».

El rifirrafe sirvió, por otro lado, para constatar el giro de 180 grados realizado por el presidente de Ciudadanos. Albert Rivera argumentó -después de haberse negado durante cinco meses a negociar con el PSOE- que lo que piden los españoles es que las fuerzas políticas se pongan de acuerdo en lo que les une. «Y yo -añadió- me comprometo, lo voy a hacer». El problema es que así como, tras las generales de abril, PSOE y Cs sumaban bastante más escaños que la mayoría absoluta, ahora las encuestas apuntan a que ninguna combinación lo hará. Y el debate no sirvió para mostrar una salida a ese dilema.

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