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«Es una batalla contra el profanador de tumbas». Ocho palabras que para el protagonista de la historia justifican acudir a votar disfrazado de obispo.
De nuevo el empresario leonés Juan López, propietario del Café Azaila 1930, ha cumplido con su palabra y ha acudido a votar disfrazado de obispo en el Colegio Público La Palomera de León.
Lo ha hecho para mostrar su rezhado a las políticas del PSOE a nivel nacional. «Que se vea bien a quién voto», ha asegurado momentos antes de depositar los sobres en las urnas.
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López, ataviado con los mismos elementos que le suelen acompañar al sorteo de la Lotería deNavidad, no ha tenido reparo en mostrar su papeleta y su respaldo al Partido Popular.
Ya en la última cita electoral, entonces en elecciones locales y autonómicas, Juan López acudió a votar igualmente disfrazado de obispo y entonces pronostó, sin éxito, la victoria de Antonio Silván en las urnas.
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José Antonio Guerrero | Madrid y Leticia Aróstegui (diseño)
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