Ciudadanos urge a Sánchez a romper «el pacto del insomnio» y mirar al centro

La formación liberal ve con buenos ojos que algunos dirigentes dentro del PSOE «estén levantando la mano y pidiendo cordura al partido». Es el caso del presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y el de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, que ya han dejado caer que, antes de dirigirse a Esquerra, habrían preferido apelar a la abstención del PP y Ciudadanos. «Ojalá eso se traduzca en una ruptura con Podemos», insistió Aguado.

Los naranjas mantienen su hoja de ruta y ninguno de los nombres con más peso en el partido se ha salido de ella. Entre otras cosas porque Ciudadanos, en estos momentos, no es determinante para la investidura de Sánchez a no ser que fallen otras variables que se están considerando. En todo caso, será la futura gestora que salga del próximo consejo general de Ciudadanos la que decida si mantiene o no esa estrategia, que no le valió a Rivera para salvar los muebles y terminó por hundir a la formación en la irrelevancia tras perder 2,5 millones de votos y 47 escaños en las urnas. Con toda probabilidad la gestora estará formada por nombres de la actual cúpula, como José Manuel Villegas o Inés Arrimadas, que conocen a la perfección el funcionamiento del partido para seguir gestionándolo hasta que en marzo haya nueva ejecutiva.

Pero los militantes no olvidan que esta dirección fue diseñada a imagen y semejanza de Rivera y que en ella las voces críticas fueron acalladas con una mayoría incontestable de afines al dimitido líder del partido. Hay quien cree, como es el caso de Francisco Igea, que Ciudadanos debería replantearse sus alianzas autonómicas con el objetivo de frenar el acuerdo entre el PSOE y Podemos. En la actual cúpula desechan esta posibilidad e insisten en que «no habrá ningún intercambio de cromos».