Casado intenta frenar el avance de Vox con una defensa del estado autonómico y la UE

Los populares están, especialmente, preocupados por cómo se decante el voto en las circunscripciones pequeñas. En varias de esas provincias, los estudios demoscópicos les concedían terreno para mejorar sus resultados de abril. Pero la pugna con Vox deja ahora en el aire algunos de los últimos escaños. En este contexto, Casado, mirada fija en la cámara, ha reclamado a los votantes de su rival -también a los de Ciudadanos- un esfuerzo por aglutinar el voto en sus siglas con el argumento de que «no hay alternativa» si se quiere «derrotar» a Sánchez.

Se suceden hoy en el partido las apelaciones al voto «patriótico» y se deja más claro que nunca a ese electorado de la derecha que el PP «no facilitará ningún Gobierno de Sánchez», lo que supondría que tampoco contempla la abstención, en caso de victoria del PSOE, para desbloquear la situación. Un compromiso de campaña que contrasta con lo que defienden sectores de la formación si se llega al riesgo de unas terceras elecciones.

En cuanto al discurso de Abascal, Casado no sólo ha procurado desmontar su rechazo al estado de las autonomías y a la UE, sino que, sin nombrarlo, ha descartado a Vox como solución frente al independentismo, por «gravísisma» que sea la situación.