Secciones
Servicios
Destacamos
caroline conejero
Nueva York
Viernes, 6 de noviembre 2020
El jueves por la noche, durante su discurso desde la Casa Blanca, las tres grandes cadenas de televisión estadounidenses, ABC, CBS y NBC, interrumpieron las declaraciones en directo de Donald Trump. En un gesto inédito y sorprendente, cortaron la transmisión mientras el inquilino de la ... Casa Blanca insistía en que había ganado las elecciones, que estados como Georgia le daban la victoria (cuando no se había terminado el recuento de votos) y que su rival demócrata le estaba «robando» los comicios.
Por primera vez, al presidente de Estados Unidos, el hombre más poderoso del mundo, le cortaron los medios y se quedó con la palabra en la boca. Y todavía peor, con los periodistas explicando que se había tomado tal decisión ante las mentiras o inexactitudes que profería en su discurso. La ventana de vídeo de retransmisión en línea del 'Washington Post', por ejemplo, inmediatamente generó un titular sobre la imagen mientras el mandatario hablaba en el que advertía que sus afirmaciones sobre la falta de integridad de los comicios eran falsas.
Corregir los engaños difundidos por el presidente se ha convertido en la doctrina mediática de la era del 'trumpismo'. Los medios de comunicación se han visto forzados a la verificación rutinaria de los hechos en todas sus intervenciones, y por supuesto, en aquellas otras que provienen de la Casa Blanca y de todos sus acólitos y plataformas de difusión.
MSNBC El presentador de la NBC, Brian Williams, explicó a los espectadores que la cadena interrumpía el discurso de Trump porque «no está diciendo la verdad y, tal y como se encuentra nuestro país, es peligroso».
CBS La CBS también suspendió la retransmisión por las «inexactitudes» del presidente.
FOX Retransmitió el discurso, pero señaló que el presidente «no ofrece pruebas de sus acusaciones».
CNN Mantuvo el discurso hasta el final, pero advirtiendo de las falsedades que incluían el discurso. Al final, el periodista Anderson Cooper dijo que Trump «parecía una tortuga patas arriba moviéndose bajo el sol».
Durante los debates presidenciales, los moderadores no entraron en la verificación en directo, pero la mayoría de los medios tenían blogs en línea donde equipos de redactores iban corrigiendo en directo las afirmaciones del líder republicano. Su pérdida de legitimidad ya quedó en evidencia cuando la Comisión de Debates Presidenciales ordenó aplicar el botón de cierre de los micrófonos en el último duelo dialético entre Trump y Biden para evitar que se interrumpieran o alargaran en exceso. La medida iba más dirigida al mandatario, que en el anterior debate llegó a interrumpir más de 120 veces a su oponente demócrata.
En las redes, el presidente también ha caído en un proceso de deslegitimación y, de hecho, en Facebook han surgido grupos dedicados exclusivamente a contrastar todos aquellos datos que él suministra. Sus mensajes han sido bloqueados o puestos en suspenso en Twitter. Esta misma plataforma y Youtube confirmaron ayer que habían vetado asimismo diversos contenidos publicados en sus plataformas por Steve Bannon, exconsejero de Donald Trump, después de que llamara a asesinar a varios altos funcionarios estadounidenses, entre ellos el epidemiólogo Anthony Fauci.
Las redes sociales, particularmente Facebook, se han visto bajo una enorme presión por todas partes, desde los usuarios, políticos e incluso los anunciantes, para poner orden y establecer mejores sistemas de control de veracidad, así como dispositivos de detección de campañas de desinformación. Hace meses, su CEO, Mark Elliot Zuckerberg, se comprometió a incorporar pequeños mecanismos de chequeo, que incluyen unos avisos adjuntos a los mensajes donde se confirma o pone en tela de juicio su veracidad. Al tiempo, la plataforma agrega un enlace a un artículo con autoridad informativa o un sitio web con datos verificables.
La construcción de una realidad paralela de hechos ha sido la marca de la estrategia de comunicaciones de Trump para una legislatura de la postverdad. La experta en comunicación Kellyanne Conway fue quien primero introdujo el «derecho a los hechos alternativos» en la Casa Blanca, en defensa a ultranza de una especie de realidad paralela muy al gusto de su principal inquilino. Ya desde el día en que estrenó su mandato, los estadounidenses pudieron escuchar a los portavoces del Gobierno hablar de la grandilocuencia de la ceremonia presidencial, mientras unas fotos aéreas demostraban una afluencia inferior a la que tuvo Barack Obama cuatro años antes. El anticipio de un periodo dominado por las 'fake news'.
Durante su legislatura, Trump ha fijado la narrativa y manipulado la atención mediática como nunca ningún otro presidente lo había hecho, con tácticas transferidas del mundo del 'reality TV' a las comunicaciones políticas. En una entrevista en 2016, Steve Bannon explicaba la estrategia de deconstrucción de Trump según las reglas de los extras en las películas de acción en Hollywood: «Corre deprisa y rompe cosas». La imagen ilustra de forma brillante el estilo 'nuclear' del presidente, consistente en descargar un órdago a todo a la necesaria desbordante velocidad para impedir cualquier tipo de chequeo.
Exabruptos, brutalidades, ofensas, sugerencias sobre actividades ilegales de sus rivales o la incitación (y defensa) a la violencia han sido la calculada táctica de un experto manipulador mediático; algo que le ha permitido distraer la atención y cambiar de tema cuando le convenía, pero también como cobertura para operar en el filo de la ley durante tanto tiempo.
Su avalancha de mensajes y tuits tomó por sorpresa a todas las redacciones del país. Trump ha querido invertir el papel del cuatro poder usurpando a la prensa de toda iniciativa y de su capacidad de definir la narrativa por medio de continuos 'asaltos' por sorpresa. Los medios han reaccionado y, por ejemplo, cabeceras como 'The New York Times' o el 'Washington Post' exiliaron desde 2018 al mandatario de sus primeras páginas. La puntilla llegó ayer.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.