La moderadora afroamericana logra controlar a Trump

Hija de un nativo americano y de madre negra, Welker se graduó con honores en Artes y Historia en la Universidad de Harvard, una de las más prestigiosas del país y, a sus 44 años, es corresponsal en la Casa Blanca de la NBC –desde hace 20 años– y copresentadora del programa 'Weekend Today'. Esta reputada periodista está habituada a las entrevistas políticas, lo que la convirtió en el relevo natural de Steve Scully, designado para el debate previsto para el 15 de octubre que finalmente fue cancelado tras el positivo en coronavirus del presidente.

Welker es conocida por sus preguntas incisivas y tono tranquilo, dos cualidades muy valoradas para conducir un debate presidencial. La moderadora eligió los seis temas que se trataron en el duelo electoral –la pandemia de la covid-19, las familias estadounidenses, los conflictos raciales, el cambio climático o la seguridad nacional– y fue, además, la primera mujer afroamericana en dirigir un debate desde 1992.

Con todo, su nombramiento no sentó bien al presidente Donald Trump y su entorno, que ya cargó contra ella en las redes sociales para calentar las horas previas al debate. «Es una izquierdista demócrata radical y siempre ha sido terrible e injusta, como la mayoría de los reporteros de las 'fake news'», escribió el mandatario. Lo cierto es que Welker no cuenta con ninguna afiliación política y nunca ha realizado ninguna donación a un partido.

En su tierra natal, Filadelfia, estuvieron muy pendientes del papel de Welker como conductora del cara a cara entre Trump y Biden. Su madre, Julie Welker, aseguró al diario 'Philadelphia Tribune' que su hija es «una periodista formidable«. »Su objetivo es que se conozca y se diga la verdad y será muy equitativa en su manejo del debate», dijo. Y acertó. Welker consiguió controlar a alguien tan explosivo como Trump. .