El espíritu de Warm Springs
José M. De Areilza
Jueves, 29 de octubre 2020, 00:14
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José M. De Areilza
Jueves, 29 de octubre 2020, 00:14
En la semana final de la campaña los demócratas corren el riesgo de confiarse y no dedicar todos sus esfuerzos a movilizar cada uno de los votos posibles en los Estados clave. Las encuestas apenas han se han movido y les dan suficiente ventaja para ... llegar a la Casa Blanca e incluso algunas dibujan una mayoría suya en el Senado. Llama la atención que Joe Biden y Kamala Harris estén viajando a territorios donde suelen ganar los republicanos, como Georgia y Texas, no se sabe si guiados por un optimismo excesivo.
Donald Trump, por su parte, mantiene la vista fija en Florida y Pensilvania, dos grandes estados sobre los que intenta abrirse camino hacia una segunda victoria por sorpresa. Pero hay otra lectura más interesante de la peregrinación de Biden al pequeño pueblo de Warm Springs en Georgia. Es el lugar en el que un joven Franklin D. Roosevelt, que sufría de polio y tenía paralizada las piernas, se refugió cuatro años hasta lograr su curación. En vez de aceptar una vida retirada y renunciar a su vocación pública, el político en ciernes se rebeló. Llegó hasta este lugar perdido, famoso por sus aguas medicinales, y decidió transformar un decadente balneario en un centro de rehabilitación ejemplar y abrirlo a muchos otros en su misma situación. Compró el edificio deshecho y lo rehízo con todo cuidado. También actuó como doctor, guía espiritual y compañero de los cientos de enfermos que atrajo hasta ahí para compartir una terapia de cuerpo y alma. Aprendió no solo a andar otra vez, sino una manera de liderar, empática, optimista, humilde y con coraje ilimitado.
Biden ha querido invocar las lecciones de vida de este gran presidente, que luchó contra la Gran Depresión y venció en la segunda guerra mundial. El candidato acierta al hacer de Roosevelt y Warm Springs un símbolo de cómo volver a empezar, por encima de las ideologías y las divisiones. El momento actual en Estados Unidos es muy difícil. Es urgente curar, unir y levantar al país. En la historia de la primera democracia del mundo se han celebrado antes elecciones con crisis económicas, sociales y sanitarias, pero nunca con las tres alarmas sonando al mismo tiempo.
José M. de Areilza es doctor en Derecho por la Universidad de Harvard, Secretario General de Aspen Institute España, miembro del Colegio de Abogados de Nueva York y profesor de ESADE.
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