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Ander AZPIROZ
Sábado, 7 de noviembre 2020, 06:49
Joe Biden cuenta en su mano con todas las papeletas para ser el nuevo presidente de Estados Unidos y sustituir a Donald Trump como inquilino de la Casa Blanca. No obstante, el candidato demócrata, que se encuentra al borde de superar los definitivos 270 votos ... del Colegio Electoral -el órgano que a la postre designa al presidente-, ha preferido tender la mano en su comparecencia de este viernes. Incluso, ha pecado de modestia.
Biden, exvicepresidente de Barack Obama, ha afirmado que se considera el ganador de las elecciones. De hecho, en número de votos, el candidato demócrata ya es con más de 74.000.000 de votos el aspirante a la Presidencia más votada de la historia. Otra cosa es gobernar, según el peculiar sistema electoral de Estados Unidos. Ya Hillary Clinton perdió la carrera presidencial hace cuatro años pese a aventajar a Donald Trump en casi tres millones de votos. Ahora, en las elecciones de 2020, Biden supera al actual presidente en cuatro millones de votos. Pero, aunque todo apunta a lo contrario, el demócrata podría aún así caer derrotado.
Lejos de pensar en el fracaso, Biden se erigió esta madrugada como un presidente de Estados Unidos que cicatrice heridas en un país profundamente dividido entre progresistas (demócratas) y republicanos (conservadores). «Es hora de que Estados Unidos se una como nación», señaló quien suma cada minutos más votos para ser presidente de la primera potencia mundial.
Biden compareció por tercera noche consecutiva desde las elecciones en su residencia del estado de Delaware, acompañado por su número dos y quien podría ser la nueva presidencia de Estados Unidos, Kamala Harris. Pese a que se especuló con que podría autoproclamarse presidente, algo que ya hizo de primeras Trump en la madrugada electoral, Biden fue fiel a su tono y perfil moderado: «De una cosa estoy seguro, un gran número de los 150 millones que votaron quieren sacar la virulencia de nuestra política. Ciertamente no vamos a estar de acuerdo en muchos temas, pero al menos podemos estar de acuerdo en ser corteses unos con otros, en dejar atrás la ira y la demonización». Un guiño a los sectores conservadores a la vez de un distaciamiento manifiesto de su adversario Trump.
Biden ha ganado las elecciones en votos populares y está a punto de hacerlo según marca el sistema político de Estados Unidos. Apenas le faltan un puñado de votos en Pensilvania, y si no en Arizona, Nevada o Georgia.
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