León, de nuevo, en el mapa político. Y en pocas ocasiones como en la actual, con la disputa de unas elecciones autonómicas en las que sobresale el papel de la provincia.
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El notable incremento del voto leonesista, con la UPL pudiendo triplicar sus resultados respecto ... a citas anteriores, ha obligado a los partidos mayoritarios a multiplicar su presencia en León.
13 procuradores, con un reparto dispar e incierto, han propiciado en esta ocasión que se pelee cada voto. Un escaño arriba o abajo puede resultar determinante en el gobierno de la comunidad.
Lo saben todos los partidos pero PP y PSOE son quienes más han querido pisar el acelerador. De ahí el desembarco permanente de líderes nacionales a un lado y al otro así como el deseo permanente de los no tan mayoritarios por mantener su cuota política.
Las últimas encuestas dejan al leonesismo en tres procuradores y esa opción ha alarmado. Tanto que el PP, que aspira a mantener el gobierno autonómico, ha convertido a la UPL en el objeto de sus críticas.
Mañueco llegó a advertir en las últimas horas que las formaciones que pretenden romper la comunidad son «separatistas» en medio de un clima de inquietud frente al 13F.
La respuesta no se ha hecho esperar. Para Luis Mariano Santos, número uno de la candidatura leonesista a las Cortes, las palabras del candidato popular son «un insulto a los 80.000 leoneses que salieron a la calle para pedir la autonomía de León». Esas afirmaciones se han realizado en el terreno público. En el privado se advierte que «cada insulto a León es un voto más para nosotros».
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Y así se ha llegado al disputado voto leonés. En juego están 260.000 votos que pueden representar una 'fractura' hasta ahora nunca vista en el escenario político. Y de ahí la relevancia de lo que ocurra en la provincia leonesa.
El PSOE, ganador en la última cita electoral con seis procuradores busca conservar una hucha con 91.000 votos. Ahora ve clave mantener ese listón si no quiere debilitar la figura de Luis Tudanca en el arco autonómico.
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El PP, quien es consciente de la importancia que supondría superar los cuatro procuradores de la última cita electoral autonómica. Entonces logró 71.000 votos con sus papeletas y mira hacia arriba.
Contracorriente rema Ciudadanos (28.500 votos en 2019) y el anhelo de mantener la representación. Mientras Podemos se aferra a León como provincia clave para mantener un procurador (14.000 votos en la última convocatoria) y en el otro polo un Vox que logró 10.982 votos dos años atrás aspira hoy al menos a un procurador.
Todos y cada uno de los partidos aspira a mantener o crecer en número de votantes pero la realidad no podrá ser tal. La sensación hoy es que la abstención irá a más y la participación caerá por debajo del 65%. Esa certeza y las urgencias de cada formación convierten a León en un disputado escenario electoral.
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