Nuria Rubio (PSOE): «Las competencias cercanas están en la Junta y la gente ya tiene un hartazgo terrible»

A pesar de su edad, Nuria Rubio es una cara muy conocida en la política leonesa, una procuradora que ha sido muy activa en esta legislatura y que procura ser cercana a la gente de la calle, «porque ahí es donde se conocen los problemas».

«Totalmente convencida» de la victoria de Luis Tudanca en las urnas considera que «la mejor encuesta es la calle, estoy en el comercio de barrio y escucho y estoy convencida de que el PSOE va a obtener la mayoría igual que en 2019, pero con más contundencia».

Y en un bar, donde los leoneses hablan de política y de sus preocupaciones, Nuria Rubio considera que «la ciudadanía leonesa tiene un gran hartazgo» y es debido a que «llevamos sufriendo un desprecio absoluto más de 35 años».

La lacianiega explica que «las competencias más cercanas están en la Junta, la sanidad, los servicios sociales, la educación» y toda esta gestión ha provocado que «la gente tiene un hartazgo terrible y quieren cambio». Para Rubio «la única posibilidad» de que llegue ese cambio es «que gobierne el Partido Socialista y sea de la mano de Luis Tudanca».

El hartazgo de gran parte de la sociedad leonesa es claro, pero Nuria Rubio no cree que vaya a desembocar en un aluvión de votos a UPL. «A mi no me llega ese mensaje», insiste la leonesa que considera que «el único partido que puede gobernar y tiene opciones es el PSOE».

En relación a UPL ha manifestado que «respeto todas las opciones, con Luis Mariano he tenido buena relación a nivel parlamentario, pero a mi lo que me traslada la ciudadanía es que quiere un cambio y que va a llegar de la mano de Luis Tudanca».

«Lo primero que haría seria recuperar la atención presencial en los consultorios, es por lo primero por lo que hay que empezar», contesta con firmeza al ser preguntada por el hipotético caso en el que se convirtiera en presidenta de la Junta de Castilla y León.

Rubio insiste en que «hay muchas cosa por hacer», pero todas «pasan por reforzar los servicios públicos, que es lo que nos hacen iguales a todos independientemente de la capacidad económica».

Y tampoco se olvida de mencionar una de las promesas de campaña de Luis Tudanca asegurando que «también descentralizar todo ese modelo que ha ido centralizado en estos años», tanto a la provincia leonesa como a otras que «también lo están pasando mal, porque tenemos que crecer todos juntos».

Y en ese sentido, considera que trasladar una consejería a León «no es una cuestión de una quiniela, o una opinión personal», sino que pasa por «un cambio de modelo y en el PSOE somos gente sería no hacemos promesas a lo loco».

Para salir de un modelo de más de 35 años de gobiernos populares hay que hacerlo desde el consenso y por ello pide «cambiar el modelo, pero de una manera seria» y asegura que «no hay un modelo único, pero se puede hacer y cuando hemos gobernado lo hemos hecho el mejor ejemplo está aquí con el Incibe, con el Centro Estrada y la Ciuden».

Con un brindis «por el futuro y el progreso de nuestra tierra», Nuria Rubio mantiene los pies en la tierra y explica que «no tengo ninguna ambición por ser consejera, todo tiene sus tiempos, hay que tener humildad y hay gente muy preparada en el partido socialista». Pero si esa consejería llegase en algún momento le gustaría que fuera «en el ámbito que tengo más experiencia a nivel laboral y formativo, también en la educación, pero donde he desarrollado mi carrera es la juventud y estos últimos años en servicios sociales».

«Nuestra gran bandera es la defensa de los servicios públicos» y en este aspecto es donde quieren trabajar de manera prioritaria, porque tal y como critica la leonesa «no es de recibo que una persona que vive en un pueblo no tenga acceso a un consultorio o no tenga acceso a una ambulancia y son casos reales que han pasado en la provincia de León».

También aboga por una ordenación en Sanidad, pero insiste en que «eso tiene que ser consensuado con agentes sociales, cosa que el Señor Igea cuando estuvo en el Gobierno no hizo».

La política le llegó de muy joven, «realmente es algo que he tenido presente desde mi infancia, mis padres son militantes activos del PSOE y también lo eran de UGT». Y como siempre que se le presenta la ocasión cuenta que «soy hija de minero, por tanto de un luchador», y sus ojos se iluminan al pronunciar estas palabras.

Nuria Rubio se afilió al Partido Socialista en la época de José Luis Rodríguez Zapatero, comenzó participando como militante y pronto empezó «a tener más responsabilidad a nivel orgánico y eso llevó a que encabezara la lista a las Cortes de Castilla y León en 2019».

Con 33 años vuelve a encabezar la lista y cuenta con la confianza de muchos leoneses, y esa presión no es sencilla de gestionar. «No es fácil, nada en la vida lo es, pero a todo de vas adaptando y cuando le pones ganas todo va fluyendo», asegura la socialista.

Más de dos años y medio en la oposición en las Cortes de Castilla y León, preguntas sin respuesta y comisiones que parece no dan los resultados esperados. Pero cuando piensa en lo peor de la política no duda ni un segundo: «El tiempo que le robo a mi vida personal, sobre todo el tiempo que le robo a mi familia y amigos. Es lo único malo, de hecho».

Los proyectos que no salen son algo «frustrante», pero intenta buscarle el lado bueno y asegura que «estamos en un momento para generar esperanza y oportunidad y que todo eso que no ha salido durante dos años y medio pueda salir a partir del 13 de febrero».

Y casi para acabar, ¿si Nuria Rubio tuviera una varita mágica y pudiera hacer desaparecer una injusticia? «La lacra de la violencia machista», responde sin dudar.