El PP de León habla de «gran resultado» a pesar de dejarse más de 15.000 votos en la provincia

Las palabras de su número 1 en la candidatura, Juan Carlos Suárez-Quiñones, no concordaban con las caras largas y desanimadas de la militancia y los cargos populares mientras Alfonso Fernández Mañueco celebraba su victoria desde Salamanca.

El PP ganó las elecciones autonómicas, pero no lo hizo en la provincia de León, ni tan siquiera en la capital leonesa, donde Unión del Pueblo Leonés irrumpió en la tradicional lucha entre el bipartidismo y se alzó con el triunfo parcial.

En la sede del Paseo de Salamanca se calificó como «gran resultado» la pérdida de casi 15.500 votos en la provincia, justificado en parte por la abstención, pero también bajó un 2,35% en el voto logrado con respecto a los comicios autonómicos de 2019.

Durante toda la jornada, los cargos del PP leonés hicieron del despacho del presidente su cuartel general. La militancia, apoderados e interventores iban llegando con malas noticias, mientras los hombres fuertes como Antonio Silván, Javier Santiago, David Fernández o Juan Carlos Suárez-Quiñones se atrincheraban a la espera de que el presidente, Alfonso Fernández Mañueco, saliera a ofrecer su discurso con el escrutinio ya muy avanzado.

La consigna fue clara entre los populares: ellos habían ganado las elecciones y el Partido Socialista se había desplomado en la provincia y ese fue su mensaje ante los medios.

Santiago Vélez quiso agradecer a cargos a interventores y apoderados su trabajo; también a la alta participación, a pesar de las dudas que generaba la convocatoria; y a la prensa por trasladar su mensaje. «El PP va a volver a gobernar otra vez la Junta y hemos librado del sanchismo, que tanto daño hace a España, de esta comunidad y de esta provincia».

Más animado se veía a Suárez-Quiñones, que regresará a las Cortes como procurador, y que ya en su llegada a la sede pidió levantar el ánimo a los afiliados.

«Estamos satisfechos. Han sido unas elecciones que pretendían dar estabilidad al gobierno y su respaldo ha sido mayoritario y sin fisuras, y sin sospechas, y con fuerza parlamentaria para sostener un gobierno fuerte», manifestó el ahora consejero en funciones de Fomento y Medio Ambiente.

Y reiteró las palabras del presidente Mañueco para citar un «mensaje» que las nuevas Cortes de Castilla y León han recibido del pueblo: «Quiere que gobernemos la Junta y estamos dispuestos. Y también hay un mensaje de pacto, hay que pactar y escuchar, sin renunciar a nuestros principios, con un gobierno fuerte que encare el futuro».

También se refirió al «mensaje claro al sanchismo» por parte de los leoneses y por el «abandono del Gobierno a la provincia», ya que el PSOE pasaba de seis a cuatro procuradores. Mientras, ponía en valor sus resultados, por mantener los cuatro procuradores, su peor resultado hasta ese momento, y a pesar de una entrada «fuerte» de VOX y la subida de UPL. «Es un gran resultado, mantenemos el resultado y apoyamos con cuatro procuradores».

Y ratificó que la victoria fue sin paliativos, sin autocrítica, porque «una victoria nunca puede ser amarga», y su victoria, al menos en el plano autonómico, había sido «clara». «Hemos pasado de no ganar a ganar las elecciones». «Ha sido un trabajo enorme que ha fructificado y mantiene al PP en su posición en la provincia a pesar de la fuerte entrada de otras formaciones», sentenció el popular.