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Es el disputado voto leonés. Tanto, que todos los partidos políticos han programado el 'desembarco' de sus 'pesos pesados' en la provincia de León conscientes de la importancia que tendrán sus 13 procuradores en la confección final de las nuevas Cortes autonómicas.
En juego están 260.000 votos que pueden representar una 'fractura' hasta ahora nunca vista en el escenario político. Y de ahí la relevancia de lo que ocurra en la provincia leonesa.
El PSOE, ganador en la última cita electoral con seis procuradores busca conservar una hucha con 91.000 votos. Ahora ve clave mantener ese listón si no quiere debilitar la figura de Luis Tudanca en el arco autonómico.
De ahí su apuesta por León, el desembarco permanente del candidato, y el notable respaldo desde la dirección nacional incluyendo la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ex vicepresidente, José Luis Rodríguez Zapatero. A ellos se ha sumado Adriana Lastra, entre otros representantes socialistas.
El ímpetu socialista por hacerse con el voto leonés es igualado por el PP, quien es consciente de la importancia que supondría superar los cuatro procuradores de la última cita electoral autonómica. Entonces logró 71.000 votos con sus papeletas y mira hacia arriba.
Mañueco necesita a León y el PP ha puesto su maquinaria a trabajar sin descanso. A la provincia ha llegado Pablo Casado y junto a él todos los barones del partido en un congreso autonómico que tenía una clara lectura electoral.
Contracorriente rema Ciudadanos (28.500 votos en 2019) y el anhelo de mantener la representación. Begoña Villacís acompaña a la candidata por León mientras Igea ha multiplicado su agenda local hasta quedar confinado por la covid-19.
Quien se ha limitado a una agenda netamente 'leonesa' es la Unión del Pueblo Leonés (UPL). Dos años atrás sumó 26.500 votos y el objetivo es subir ese número en, al menos, 10.000 votos más.
«Tenemos las mejores sensaciones», aseguran los leonesistas enrolados en un discurso basado en apostar por partidos localistas para poder presionar a las grandes moles nacionales.
Nadie se rinde en esta apasionante carrera electoral en la que Podemos se aferra a León como provincia clave para mantener un procurador (14.000 votos en la última convocatoria). La colaboración de IU podría ser aquí un seguro de vida, pero la formación morada busca asegurar el voto. Y para ello el reclamo de Pablo Iglesias, Irene Montero o Ione Velarra. Un cartel nacional con una mirada local.
Podemos ve factible mantener su procurador y a ese primer procurador quiere llegar una formación situada en el otro polo político, Vox. Logró 10.982 votos dos años atrás. Hoy se ve con fuerza para elevar al doble ese registro. Y no ha escatimado en su apuesta. Abascal y Ortega Smit ya han pisado tierra leonesa, y la agenda no está cerrada.
Todos y cada uno de los partidos aspira a mantener o crecer en número de votantes pero la realidad no podrá ser tal. La sensación hoy es que la abstención irá a más y la participación caerá por debajo del 65%. Esa certeza y las urgencias de cada formación convierten a León en un disputado escenario electoral.
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Sara I. Belled y Leticia Aróstegui
Doménico Chiappe | Madrid
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