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Las señales de ralentización en el mercado inmobiliario empiezan a reflejarse con mayor intensidad en las estadísticas de precios de los últimos meses. En concreto, el precio de la vivienda bajó en el cuarto trimestre un 0,8% respecto al tercero, el primer descenso de ... esa tasa trimestral en dos años.
Según los datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la mayor parte del peso bajista en la tendencia corresponde a la vivienda de segunda mano. Y es que los precios de estos pisos registraron un descenso del 1,4% trimestral, el mayor descenso en casi 10 años para esta categoría. En concreto, no se registraba una evolución tan 'negativa' desde el primer trimestre de 2013.
Por otro lado, el precio de la obra nueva subió un 1,9%, notablemente por encima del 0,9% de subida registrada entre julio y septiembre y del +0,1% que avanzaron en el segundo trimestre (abril-junio) del año.
El frenazo en las subidas de precios es evidente, aunque a muchos futuros propietarios les gustaría que fuese todavía más contundente. Y es que si se toma como referencia la evolución de los precios en su media anual, la subida fue del 7,4% en 2022, registrando así su noveno repunte anual consecutivo y su mayor alza desde 2007, cuando el precio aumentó un 9,8%.
La subida experimentada en 2022 duplica la de 2021 (+3,7%) y es consecuencia tanto de la aceleración de los precios de la vivienda de segunda mano como de los pisos nuevos.
Así, el precio de la vivienda nueva subió una media del 7,9% en 2022, su mayor alza desde 2007, cuando aumentó un 11,9%. Con el incremento del año pasado, el precio de la vivienda nueva acumula nueve ejercicios de alzas.
Por su parte, el precio de la vivienda usada aumentó un 7,3% en 2022, el doble que en 2021 y su mayor repunte también desde 2007, cuando creció un 8,2%. Con este repunte, la vivienda usada también acumula nueve años de subidas.
Por otro lado, en tasa interanual, se observa como la vivienda se encareció todavía un 5,5% en el cuarto trimestre respecto al mismo periodo de 2021. Son casi 2,1 puntos menos que en el tercer trimestre (cuando los precios subieron un 7,6% interanual), lo que apunta a la moderación. Pero aún supone un dato elevado en un contexto de fuerte pérdida de poder adquisitivo de los españoles derivada de la crisis inflacionista. De hecho, aunque a un ritmo inferior, el mercado ya suma 35 trimestres consecutivos de subidas en términos interanuales. Es decir, casi 9 años de encarecimiento de la vivienda.
Con los datos de todo el ejercicio, la vivienda de segunda mano -que se ha convertido en la opción favorita de los compradores frente a la obra nueva- presentan una subida del 5,3% interanual, sumando tasas positivas desde el segundo trimestre de 2014. Por su parte, los de la vivienda nueva se incrementaron un 6,2%, la tasa más baja desde finales de 2021.
El problema es que, hoy por hoy, a la mencionada pérdida de poder adquisitivo de los futuros compradores se suma ya el fuerte encarecimiento de la financiación para acceder a un piso, con hipotecas cada vez más caras y requisitos cada vez mayores por parte de los bancos para conceder una hipoteca.
Esta suma de factores ha influido en una caída de la demanda que se deja notar en otras referencias como el número de compraventas de viviendas. El mercado sigue mostrando una fuerte resistencia, con cerca de 650.000 casas vendidas en 2022, lo nunca visto desde los tiempos de la burbuja. Pero el de diciembre fue el mes con menor actividad de casi dos años (desde abril de 2021), según las últimas estadísticas del INE. Y el primero en registrar una caída en el número de operaciones en términos interanuales (comparado con diciembre de 2021).
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