¿Qué podemos esperar del mercado de la vivienda en Cantabria en 2024?

Compraventas, hipotecas y precios son tres factores esenciales a la hora de hablar de previsiones en materia de vivienda en Cantabria. Como ocurre en buena parte del país, el mercado cántabro muestra síntomas de enfriamiento, correcciones que podrían extenderse a lo largo de 2024 según los analistas. Para empezar, se observa una clara ralentización en el número de operaciones. Si en 2022 se registraron 8.768 compraventas, en los primeros seis meses de 2023, el recorte en la actividad superaba el -5,6%. El dato ayuda a comprender la dinámica actual del mercado y ya hace meses, anticipaba el cambio de tendencia que hoy constatan los analistas.

Para Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, es importante juzgar las transacciones con perspectiva: «Tenemos que huir de mensajes alarmistas y asumir que las condiciones de compra el año pasado eran más atractivas, por lo que el ajuste de 2023 hay que entenderlo como una vuelta a la normalidad, no como un desplome», expone el experto, que opina que hasta la primera mitad de 2024 podríamos seguir viendo números negativos en el cierre de operaciones, pero «en el segundo semestre, si el mercado laboral no da sorpresas y la inflación por fin bajo control, es de esperar una suave remontada».

Algo similar ha ocurrido con las hipotecas. La accesibilidad al préstamo hipotecario y las tasas de interés asociadas al mismo son dos factores que juegan un papel crucial, no solo en la capacidad de las personas para comprar viviendas, sino también a la hora de hacer previsiones relativas al mercado inmobiliario. En este sentido, Cantabria lideró la caída en el número de hipotecas sobre vivienda registradas en el tercer trimestre del año con un descenso -26%. La estadística registral inmobiliaria sitúa a la comunidad en la tercera posición del ranking nacional de comunidades donde más ha decrecido interanualmente el número de hipotecas. Con una disminución del -16,2%, solo Castilla La Mancha (-17,5%) y La Rioja (-25,7%) registran caídas más pronunciadas.

«La falta de certeza sobre los próximos movimientos del Banco Central Europeo, que evita manifestar si el 4,5% actual es o no el pico de los tipos de interés, seguirá cediendo terreno a la compra al contado», estima Font. Del lado de las hipotecas variables, Font manifiesta que «decir que el Euríbor ha tocado techo resulta aventurado dada su volatilidad», invitando a la banca seguir apostando por ofertas híbridas «para convencer a los clientes que perdieron el tren de las fijas y que huyen de los sustos de las variables».

Los precios de las viviendas son otro de los indicadores clave para evaluar la salud del mercado. En Cantabria, el metro cuadrado de la vivienda usada se ha revalorizado en el último año un 7,41%, situándose en los 1.724 euros en noviembre. Los datos del último informe de precios de venta de pisos.com también revelan un incremento interanual del 9,27% en los precios de la vivienda de segunda mano en la capital cántabra, lo que mantiene el precio medio en Santander en los 2.417 €/m2. «Los planes de compra se paralizan ante unas condiciones hipotecarias poco atractivas y unos precios que marcan una cuota mensual a la que es difícil responder sin cierto riesgo», explica Font, que confirma que «una financiación más cara ejerce de claro elemento disuasorio».

En clave nacional, el analista llama la atención sobre otra cuestión y es que «al estrecharse el embudo de la accesibilidad a la compra, los efectos se notan en el alquiler». En el caso de Santander, por ejemplo, la renta media por habitación se sitúa en torno a unos 329,6 euros al mes. Sin embargo, los alquileres residenciales han sufrido un incremento interanual de un 7,89% en la capital y del que aumenta hasta el 15,04% en el conjunto de Cantabria, tal y como señala el informe de precios de alquiler del portal. Con todo, Font no se aventura a hacer un pronóstico a medio plazo del alquiler, al tratarse de un entorno mucho más «reactivo». Además, todavía se desconoce el impacto de la normativa, si bien es cierto que ya «el intervencionismo ha provocado la huida de la oferta porque los propietarios no están dispuestos a ser los garantes de un derecho que corresponde a las administraciones públicas», recuerda Font.

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