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En la misma mesa UGT, Comisiones Obreras, la CEOE y Cepyme. Sentadas en primera fila la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, y la anterior en el cargo, Fátima Báñez, en un gesto de reconocimiento de trabajo de negociación. En este escenario se ha firmado tras ... una «intensa, dura, larga y difícil» negociación el IV Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) para los tres próximos años. Su mayor reto, que en 2020 el salario mínimo llegue a los 1.000 euros, o lo que es lo mismo, 14.000 euros anuales como base mínima interprofesional.
A pesar de que ahora entra en juego una nueva negociación con el Gobierno de Pedro Sánchez con propuestas no conjuntas sino «de parte» por cada organizacion, este acuerdo supone la constatación de un escenario de negociacion común «tripartito», como lo ha definido tras la firma el secretario general de CC OO, Unai Sordo. Esta negociación tripartita tendrá como punto destacado la modificación de la regulación de la subcontratación.
Así, las organizaciones sindicales más importantes del país (UGT y CC OO), las organizaciones empresariales (CEOE y Cepyme) y el Gobierno «deberán ahora trabajar de forma conjunta para establecer un nuevo panorama», ha explicado secretario general de UGT, quien ha animado a sumarse al resto de grupos políticos: «Las normas que duran en el tiempo son las que son fruto del consenso». Esta negociació
Con esta firma, las partes se comprometen a trasladar el contenido del AENC a la negociación de cada convenio para pactar subidas salariales de en torno al 2%, más un 1% variable, así como a establecer progresivamente el salario mínimo de 1.000 euros al mes en 14 pagas. El acuerdo recupera además la ultraactividad de los convenios para que mantengan su vigencia mientras se negocia su renovación.
Por parte de la empresa, el presidente de la CEOE Juan Rosell ha puesto en foco en la necesidad de compañías «rentables» y ha recordado las más de 150.000 que tuvieron que cerrar durante la crisis, con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo. «Son tiempos de cambios económicos y sociales, la revolución tecnológica influirá para siempre por lo que las empresas tienen que ser valientes y modernizarse», ha concluido.
Por su parte, el representante de las pequeñas y medianas empresas, el presidente de Cepyme Antonio Garamendi, ha destacado que en el futuro muchos de los empleos actuales van a desaparecer, por lo que considera «básica» la formación de los trabajadores para que las empresas sean más competitivas. Además, ha alarmado sobre la necesidad de «combatir la economía sumergida», como el problema que hace daño a las pymes y que los salarios no puedan crecer tanto.
Se incluye también la recuperación del 'contrato relevo', la jubilación obligatoria por cumplimiento de la edad ordinaria, medidas que fomenten la igualdad laboral y salarial de hombres y mujeres, y la modificación del sistema de formación para el empleo.
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