Los salarios estaban cogiendo velocidad de crucero antes de que estallara la pandemia, después de varios años de congelación e incluso devaluación a consecuencia de la anterior crisis económica. Por fin en 2019 despegaron y subieron casi un 2%, pero la covid-19 cambió de ... golpe y porrazo esa tendencia al alza y se desplomaron un 2,6% en 2020, según la Encuesta Anual de Coste Laboral publicada ayer por el INE. Es decir, una caída mayor que el alza que habían experimentado tras años de pérdidas.
Publicidad
Así, el salario medio anual por trabajador descendió en 2020 de nuevo por debajo de la barrera de los 23.000 euros; concretamente, se situó en los 22.837 euros brutos, el más bajo desde 2017 y 612 euros inferior al del ejercicio anterior. Este fuerte recorte es consecuencia de los más de 4,1 millones de trabajadores que llegaron a estar inmersos en un ERTE durante la pandemia. Así, las empresas no tuvieron que pagar salarios por ellos (en todo caso complementar), ya que fue el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) quien abonó una prestación por desempleo a los afectados.
Es por esto que el INE explica que el salario medio está «distorsionado y su comparación con 2019 no es apropiada», ya que –argumenta– convivieron trabajadores remunerados con salarios y otros acogidos a un ERTE, que siguieron perteneciendo a la plantilla de sus empresas, pero fueron remunerados con prestaciones. «Como consecuencia de ello, la masa salarial total percibida por los empleados no guardó relación con el número total de efectivos de las empresas», precisa el organismo público.
Pero de lo que no hay duda es de que la pandemia tuvo un impacto directo en los bolsillos de los trabajadores, que cobraron menos el año pasado, sobre todo los que estuvieron en ERTE: un 25% menos.
Y, debido también a esto, otra consecuencia clara es que las empresas tuvieron que pagar menos por sus empleados, un recorte del 2,1%, el primero desde 2016, de modo que cada trabajador le supuso de media a una compañía 31.150 euros brutos al año, casi 700 euros menos.
Esto se debe tanto a que se ahorraron los salarios de los trabajadores en ERTE como a que tampoco tuvieron que pagar sus cotizaciones sociales, puesto que se hizo cargo de ellas la Seguridad Social. Por esta razón, esta partida disminuyó hasta los 7.335 euros después de que en los últimos años las cotizaciones sociales obligatorias se hubieran encarecido de forma considerable (un 3,8% en 2019) a consecuencia de la fuerte subida del salario mínimo.
Publicidad
Por el contrario, destaca el fuerte incremento que experimentaron las prestaciones sociales directas, que pasaron de 260 euros por trabajador en 2019 a 374 euros en 2020, como consecuencia del aumento de los costes por incapacidad temporal y desempleo parcial (complementos de las prestaciones del SEPE) de los trabajadores.
El desigual impacto que la pandemia tuvo por sectores se aprecia muy bien en esta estadística. Las secciones que en su mayor parte incluyen actividades consideradas esenciales, como la Administración Pública, educación, sanidad, suministro de energía, gestión de residuos, información y comunicaciones o banca y seguros se vieron poco afectadas por la situación derivada de la covid-19.
Publicidad
Por el contrario, la hostelería fue la actividad más perjudicada por esta crisis, seguida de las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento; transporte y almacenamiento, y comercio. El impacto fue menor en la industria manufacturera, la construcción, las actividades profesionales, científicas y técnicas y las actividades administrativas y servicios auxiliares.
Noticia Relacionada
De esta forma, la pandemia contribuyó a ampliar la brecha salarial por sectores, hasta el punto de que un trabajador de la energía ganó 60.352 euros de media en 2020, seis veces más que un empleado de la hostelería, que ni llegó al salario mínimo con sus 9.377 euros de media, casi 5.000 euros menos que un año atrás.
Publicidad
Pero mayor es la brecha por comunidades: un trabajador en Madrid ingresó 27.775 euros, mientras que en Canarias esta nómina se reduce hasta los 17.301 euros, es decir, casi 10.500 euros menos al año.
Y es que en Canarias los sueldos se desplomaron en mayor medida, ya que la pandemia tuvo un impacto desigual por comunidades autónomas, dependiendo, principalmente, de su estructura productiva. Así, en las comunidades donde el turismo tiene mayor peso el descenso de los costes laborales fue mayor, como es el caso de Islas Baleares y Canarias.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.