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El controvertido convenio colectivo para los cinco próximos años de la fábrica de Opel en Figueruelas (Zaragoza) fue ratificado por los trabajadores, según se hizo público este miércoles. Se hizo, no obstante, con un margen algo apretado pues solo un 16% de los votos separó ... a quienes lo aprobaron de quienes se oponían.
Las votaciones de la plantilla, de casi 5.000 trabajadores, se realizaron el martes en los diferentes turnos de trabajo, justo un día después del apurado pacto alcanzado entre el grupo francés PSA, dueño de la marca Opel, y los tres principales sindicatos en la planta, UGT, CC OO y Acumagme. El recuento final arrojó que fue refrendado por 2.897 empleados (el 58,4% de los participantes), frente a otros 2.008 (el 40,5%) que votaron en contra como pedían desde CGT y OSTA. En total, participó el 95% de la plantilla.
El acuerdo se traduce en un nuevo convenio colectivo para el próximo lustro, vinculado a su vez al mantenimiento sin recortes del plan industrial. Habrá una moderación salarial, con congelación de sueldos en 2018 y subidas bajas los cuatro ejercicios siguientes: un 0,50% del IPC anual en 2019 y 2020, para luego incrementarse hasta el 0,60% de la inflación en 2021 y 2022.
Se mantiene, eso sí, una prima anual variable (PAVI) de hasta 650 años en función del cumplimiento de una serie de objetivos de productividad como, por ejemplo, el coste laboral por cada vehículo montado o posibles incidentes con los períodos de garantía (fallos en la cadena). Por el contrario, se reducen un 5% los pluses por nocturnidad y festivos, y también se ven mermados los períodos de descanso.
Para PSA, el acuerdo «garantiza un futuro sostenible» para las instalaciones de Figueruelas, lo que a su juicio solo se puede construir desde la productividad y la competitividad pues, según sus números, los costes de Figueruelas eran hasta ahora un 17% más altos que en sus otras dos plantas españolas: Madrid y Vigo. Desde el comité de empresa también se mostraron «satisfechos» pese a los «nervios», a la espera de que llegue la producción del nuevo modelo Corsa en noviembre de 2019.
Sin embargo, desde CC OO criticaron «el chantaje al que se somete a las plantillas de la industria del auto cada vez que una factoría aspira a un nuevo modelo». Pese a ello, sus dirigentes dijeron no tener dudas de que se ha tomado la decisión “correcta” pese a criticar que se quiera “competir en salarios bajos”. Desde UGT, su secretario general, Pepe Álvarez, evitó la controversia y prefería destacar que el pacto alcanzado no supone “un cheque en blanco” para la empresa.
En cualquier caso, los sindicatos han logrado que se anulen los 170 despidos previstos para este año -con compromiso de recontratación antes del 30 de junio próximo- y que se vaya a rejuvenecer la plantilla -para ello se buscarán cada año "las mejores alternativas pactadas a la vista de la legislación". De esta forma, los responsables de Opel se han comprometido a que a 1 de julio de 2018 el 100% de la plantilla de Figueruelas tenga contrato indefinido, algo que según les destacó la empresa a los negociadores "no tiene precedentes" en el sector.
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