Los mayores de 50 años recuperan el nivel de empleo prepandemia

Esta divergencia se debe a factores como el tipo de contrato (la temporalidad y la parcialidad afectan más a los de menos edad) y a que los jóvenes están empleados a su vez en los sectores más afectados por las restricciones ocasionadas por el virus, mientras que los mayores de 50 son minoría en estas actividades. De la misma manera, las comunidades autónomas con trabajadores más envejecidos han mostrado mayores niveles de resiliencia durante 2020.

Así, aunque esta crisis sanitaria ha afectado en mayor proporción al colectivo mayor de 50 años, en el ámbito laboral es el que menos ha sufrido en 2020. Es más, en el cuarto trimestre del año ya había más personas mayores de 50 años trabajando de manera efectiva (6,35 millones) que a esas alturas del año anterior (6,33 millones).

En una situación opuesta se encuentran los menores de 25 años, que, a pesar de haber resistido mejor el impacto del virus en el ámbito de la salud, ha sido el grupo más afectado desde un punto de vista laboral. Durante el último año, casi uno de cada cuatro jóvenes ha perdido su empleo o se ha visto afectado por un ERTE en nuestro país. A su vez, alrededor del 40% de los jóvenes se encuentra actualmente en desempleo, frente al 12,7% en los mayores de 50 años. En el término medio se encuentra el colectivo de trabajadores de entre 25 y 50 años: uno de cada diez ha perdido su empleo o está en un ERTE mientras un 15,5% está en paro.

Esta asimetría responde principalmente a dos factores, conectados también entre sí: las diferencias en el tipo de contrato y en el sector de actividad entre jóvenes y mayores. El impacto negativo de los 'shocks' económicos sobre el empleo se ve atenuado por la seguridad del empleo indefinido, y este es más frecuente entre asalariados de más edad en detrimento de los jóvenes.

Así, la incidencia de la temporalidad entre los de menos edad es muy elevada, afectando en 2020 a dos de cada tres menores de 25 años (67,4%), lo que ayuda a explicar que uno de cada cuatro jóvenes con contrato eventual haya perdido su empleo en 2020. Por el contrario, apenas el 14,3% de los mayores de 50 años tiene un contrato temporal y solo un 4,7% de ellos perdió su empleo el año pasado. Por su parte, uno de cada cuatro personas entre 25 y 50 años tiene un empleo eventual, de los que un 16,6% perdió su puesto de trabajo.

De igual manera, los empleos a tiempo parcial suelen ser menos protegidos, siendo a su vez los más susceptibles de verse afectados ante cambios en la plantilla de la empresa. De hecho, el 27,5% de los empleos destruidos a lo largo de 2020 han sido puestos de trabajo a tiempo parcial, cuando la tasa de parcialidad en 2019 apenas llegaba al 14,5%.

Entre los jóvenes, la incidencia de la parcialidad supera el 36%, y el 22,7% de ellos ha perdido su empleo en 2020, y se reduce al 13% en el grupo de 25 a 50 años, de los que un 16,7% se quedó sin empleo. Por el contrario, la parcialidad cae hasta el 11,6% en los mayores de 50, y solo el 5,2% de estos ha perdido su empleo este último año.

Por otro lado, la distinta especialización sectorial en función de la edad también contribuye a explicar la dispar incidencia de esta crisis en el empleo. Así, más de la mitad de los jóvenes menores de 25 años (51,3%) estaban empleados en hostelería, comercio y otras actividades de ocio, que son precisamente las más afectadas durante la crisis, frente al 27,9% de los mayores de 50.