El empleo se frena en 2019 y la mitad de los 400.000 nuevos ocupados son extranjeros

El ritmo de creación se enfría casi un punto pero recupera el 2% gracias al mejor cuarto trimestre desde 2006

Martes, 28 de enero 2020, 09:07

España creó en 2019 un total de 402.300 empleos mientras el paro se redujo en 112.400 personas, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto significa que la desaceleración económica se ... ha trasladado ya con fuerza al mercado de trabajo, que sí había resistido sus envites a finales de 2018 e incluso principios del pasado ejercicio. El objetivo de generar medio millón de puestos de trabajo al año queda ya lejos tras registrarse el peor dato desde 2013, con 163.900 ocupados menos que en 2018. Así, el ritmo de crecimiento del empleo se redujo casi un punto en el último año, aunque se vuelve a situar por encima del 2%, en línea con la previsión de la evolución de la economía, si se cumple lo adelantado por la ministra Nadia Calviño.

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La reducción del paro se modera con fuerza y en un año apenas se reduce en 100.000 el número de desempleados, frente a los 460.000 del ejercicio anterior

Pese a la evidente ralentización en cómputo anual, de la que muchos culparán a la fuerte subida del salario mínimo y en la que habrán influido otros factores como la guerra comercial y el 'brexit', llama la atención el buen comportamiento que tuvo el mercado laboral en el cuarto trimestre del año, hasta el punto de que ha sido el más positivo desde 2006. De octubre a diciembre la ocupación aumentó en 92.600 personas, con 25.000 empleos creados más que el año pasado. Gracias a ello el número total de trabajadores roza los 20 millones, la cifra más alta en este periodo desde 2008.

Y si los datos de la ocupación son un síntoma evidente de la desaceleración económica, más aún se refleja en las cifras del paro, cuya reducción se frena en seco con los peores datos en seis ejercicios: en los últimos doce meses ha disminuido menos de una cuarta parte de lo que lo hizo en 2018: poco más de 110.000 desempleados menos, que contrastan con los más de 460.000 del 2018 y muy lejos de los casi 680.000 parados menos que se registró en 2015. En el último trimestre de 2019 apenas salieron 2.500 personas de las listas del antiguo INEM, una cifra similar a la del año pasado. Así, la tasa de paro se redujo dos décimas hasta situarse en el 13,7%, mientras que el número total de desempleados se sitúa en las 3.191.900 personas.

La razón de que el paro disminuya una cuarta parte de lo que crece el empleo se encuentra en el fuerte crecimiento que ha habido en la población activa (aquellas personas que están en disposición de trabajar), lo que se explica casi en exclusiva con la llegada de inmigrantes. En 2019 se incorporaron al mercado laboral 290.000 activos, el mayor incremento desde el estallido de la crisis, pero solo 16.300 eran españoles, mientras que casi 200.000 eran extranjeros y otros 75.000 de doble nacionalidad. La población activa asciende hasta los 23,15 millones de personas y la tasa se coloca en el 58,74%. De esta forma, pese a que el empleo crezca, si se incorpora mano de obra nueva, el paro se reduce en mucha menor proporción.

Muy relacionado con esta llegada de inmigrantes está el hecho de que por segundo año consecutivo prácticamente la mitad del empleo creado el año pasado fue a parar a manos extranjeras, que se eleva a dos terceras partes de los puestos generados si se suman los que tienen doble nacionalidad. Así, de los 402.000 ocupados más, solo 137.000 son españoles.

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El motor del empleo en el cuarto trimestre del año fue claramente la empresa privada (360.000 nuevos ocupados frente a 32.000 en el sector público) y, en concreto, el sector servicios, donde se crearon 83.000 puestos gracias al 'Black Friday' y la campaña navideña. Le sigue la agricultura, donde se ganaron 47.500 ocupados, mientras que la construcción creció en 14.000 personas. Por el contrario, llama la atención la destrucción de 52.100 puestos de trabajo en la industria, lo que sin duda es una mala noticia y deja entrever la estacionalidad de esta actividad.

El campo acusa el SMI

Sin embargo, a lo largo de todo el año pasado este sector, que es en el que mayor estabilidad tienen los trabajadores, consiguió recuperar fuelle y aumentó su ocupación a un ritmo del 2%, con 55.000 ocupados más, que contrasta con los 3.000 que se perdieron en 2018. Mucho mayor fue el avance de la afiliación en el sector servicios, un 2,5% más que un año atrás, con lo que sumó 374.600 trabajadores, el 93% del total del empleo creado. La construcción, que los años previos había experimentado una importante mejoría, se mantuvo prácticamente estancada al aumentar su ocupación en apenas 4.000 personas.

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Todo el trabajo generado es de carácter indefinido

Una de las buenas noticias que arroja esta EPA es que todo el empleo creado en 2019 es de carácter indefinido y, por tanto estable. Así, el número de ocupados con un contrato fijo creció en 414.200 personas, algo que se contradice con las caídas interanuales significativas que ha experimentado este tipo de contratación según los datos registrados mensualmente por el Ministerio de Trabajo. Por el contrario, descendió el número de ocupados que tienen un contrato temporal en 21.600 personas, pese a lo cual cabe resaltar que más de uno de cada cuatro trabajadores (concretamente un 26,1%) tiene un empleo inestable.

De igual manera, la mayor parte de los puestos de trabajo generados fueron a tiempo completo, 352.300, lo que representa casi nueve de cada diez y refleja una mejora en la calidad del empleo. En esta misma línea, las mujeres, un colectivo en términos generales más precarizado, han copado la mayor parte de los puestos de trabajo, concretamente seis de cada diez. Gracias a ello el número de ocupadas alcanza máximos históricos: 9,15 millones, casi el 46% de todos los afiliados. Y otro colectivo de los que peor lo pasó durante la crisis, los de mayor edad, han salido reforzados en el pasado ejercicio y más del 82% de todo el empleo creado fue a parar a los mayores de 50 años. Concretamente, 333.800 de los 404.000, lo que ha llevado a que el número de ocupados que supera la cincuentena marque máximos históricos. Por su parte, los jóvenes de 20 a 24 años ganaron 46.600 empleos en 2019 y los de 16 a 19 años lograron 10.400 puestos , registrando el mayor crecimiento anual en porcentaje de todos los grupos de edad (+7,6%).

Por su parte, la agricultura perdió 31.700 trabajadores en lo que puede calificarse sin duda como un mal año para el campo, que marca los peores datos desde la recuperación al impactarle previsiblemente en mayor medida la subida del salario mínimo. En este sentido, el presidente extremeño, el socialista Guillermo Fernández Vara, pidió reunirse con la ministra de Trabajo para tratar este tema, después de que el paro haya repuntado en esta comunidad más del 19% en el último trimestre.

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