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Los secretarios de UGT y CC OO tras la firma del acuerdo de subida del SMI. Efe
La contrarreforma, a dos (o más) velocidades

La contrarreforma, a dos (o más) velocidades

Pronto se pondrá fin al despido por bajas y después se volverá a primar el convenio del sector y se recuperará la ultraactividad

Domingo, 2 de febrero 2020, 00:39

El próximo 10 de febrero se cumplirá el octavo aniversario de la reforma laboral, una normativa que en su día levantó una enorme polvareda por hacer más fácil y barato el despido y que, a día de hoy, sigue siendo objeto de un polémico debate. ... Será el último ejercicio que esta legislación al completo cumpla años, puesto que el próximo se habrán modificado al menos varios de los aspectos más controvertidos.

No será finalmente derogada, tal y como habían prometido el PSOE y Unidas Podemos en su acuerdo de Gobierno, ya que –admiten ahora– «técnicamente no es posible», pero sí irán eliminando los puntos «más lesivos» para los trabajadores. Y se producirá «en dos fases», según matizó la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Aunque todo hace prever que, como mínimo, serán tres. O más. Y que hay debate para largo.

  1. Fase inmediata

    Despido por absentismo

El artículo 52.d del Estatuto de los Trabajadores será el primer punto que derogará el Gobierno de forma inmediata y a través de un Real Decreto Ley, que ya está «redactado y listo», aunque habrá que esperar al menos hasta la segunda semana de febrero, pues faltan unos «informes administrativos», según confirmó la ministra de Trabajo. Ni siquiera se llevará al diálogo social puesto que «cuando hay vulneración de derechos fundamentales no se puede negociar nada», precisó la ministra.

Con su eliminación, se impedirá despedir con 20 días de indemnización por año trabajado (en lugar de 33 o 45 días) y un máximo de 12 mensualidades a trabajadores a quienes encadenen más de ocho días de baja laboral intermitente en dos meses, aunque estén justificadas por un médico, siempre y cuando el año anterior el total de faltas del empleado exceda el 5% de las jornadas hábiles. Desde la CEOE emplazan a combatir el absentismo fraudulento, ya que tiene un coste de 85.000 millones al año. Jordi García Viña, director del área laboral de KPMG, advierte de que al eliminar este precepto, que se utiliza «muy poco», las empresas tendrán aún menos herramientas para solventar el grave problema del absentismo».

  1. Primera Fase

En esta primera fase se incluirían dos o tres puntos que la anterior ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, había pactado ya derogar con los sindicatos el año pasado pese a la oposición contraria de la CEOE, pero a última hora dio marcha atrás debido también a la convocatoria precipitada de elecciones. Desde CC OO y UGT emplazan al Gobierno a llevar a cabo este acuerdo de forma urgente, que comprendería también el controvertido tema de la subcontratación, un aspecto que la ministra no ha citado expresamente en esta fase. «Son tres aspectos clave que afectan a la esencia de la negociación colectiva», asegura Mari Cruz Vicente, secretaria de Acción Sindical de CC OO, quien advierte que esta primera etapa tiene que ser «de carácter inmediato».

  1. Convenio sectorial

El objetivo que comparten el Ejecutivo y los sindicatos es devolver la prevalencia al convenio sectorial, es decir, que esté por encima del de la empresa, de forma que en el ámbito de las compañías solo se puedan negociar mejoras. Este cambio que introdujo la reforma laboral dio poder a los empresarios para rebajar los salarios de manera casi unilateral. García Viña apunta que debe haber una reflexión, ya que no es lo mismo que el convenio del sector lo regule todo o que el convenio de empresa pueda regular unas cosas y no otras, como salario o jornada. Ahí pueden estar las claves de la negociación de la CEOE: pactar las materias a regular.

  1. Ultraactividad

Tras la reforma laboral, una vez que caduca el convenio colectivo en vigor, si pasa un año y no se logra negociar uno nuevo, este convenio decae y la empresa puede aplicar el sectorial o territorial que corresponda. El objetivo del Gobierno y sindicatos es recuperar la ultraactividad que existía antes de 2012, de forma que un convenio caducado se prorroga indefinidamente hasta que no haya otro nuevo, aunque la gran mayoría de convenios ya regulan que seguirá en vigor hasta que se pacte el próximo, según apunta García Viña.

  1. Subcontratación

El abuso de las conocidas como 'kelly's', las camareras de piso de los hoteles, dejó en evidencia las precarias condiciones que mantienen los trabajadores de las empresas subcontratadas. Por ello, incluso la CEOE había accedido a aplicar a los empleados de las subcontratas el convenio sectorial correspondiente a los servicios prestados, aunque no el de la empresa receptora de estos servicios, como demandan los sindicatos. Además de abordar este asunto, otro objetivo es limitar la subcontratación a servicios especializados que sean ajenos a la actividad principal de la empresa; es decir, legislar qué servicios pueden subcontratarse y cuáles no. Este artículo es el que se antoja más complejo de alcanzar un pacto en esta primera fase de la contrarreforma.

  1. Segunda Fase

La anunciada «segunda fase» de la contrarreforma no será tan inmediata, puesto que abarcará elementos «más complejos», pero desde CC OO exigen que debe aprobarse «muchísimo antes de terminar el año».

  1. Despidos

El Ejecutivo tiene por objetivo llevar a cabo una completa revisión de las causas del despido objetivo, con el fin de acotar la definición de las causas económicas, técnicas, organizativas o de producción que permiten rebajar a 20 días el coste del fin de la relación laboral. La ministra también ha avanzado que negociará la indemnización por despido, que desde la reforma laboral del Gobierno de Rajoy en 2012 está en 33 días por año trabajado, aunque no ha querido pronunciarse sobre si es partidaria de recuperar los 45 días de la anterior legislación. Sí anunció que se creará un grupo de expertos para tratar este asunto, ya que admite que en el despido y las autorizaciones administrativas previas desde Europa les ponen obstáculos.

  1. Contratación

El punto del partida del Gobierno de coalición es que el contrato ordinario de trabajo debe ser el indefinido. Por ello, abogan por reforzar el principio de causalidad en la contratación temporal y aumentar las sanciones para los falsos contratos eventuales y/o parciales. A su vez, se pretende revisar los contratos formativos y favorecer el uso del fijo discontinuo.

  1. Modificación unilateral y descuelgues de convenios

El nuevo Ejecutivo también quiere limitar la capacidad de modificación unilateral de las condiciones del contrato por parte de la empresa cuando no se llegue a un acuerdo con el trabajador. A su vez, se propone revisar el mecanismo de descuelgue de un convenio colectivo para que solo sea posible dejar de aplicar el salario pactado cuando existan causas económicas graves e irreversibles. Ahora puede hacerse alegando dos trimestres de ventas inferiores a las del año precedente.

El nuevo Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI

El objetivo final del Gobierno es elaborar un nuevo Estatuto de los Trabajadores, el del sigo XXI, acorde a los nuevos tiempos. Esto ya lo había prometido la anterior ministra, Magdalena Valerio, que habló en su día de que la reforma debía ser «profunda, integral y con carácter de permanencia».

Se trata, por tanto, de adaptar la legislación laboral a los nuevos retos de la economía y del trabajo, así como a las exigencias de la Comisión Europea, que en alguna materia ha sacado los colores a la ley española. Ahí se buscará reconocer nuevos derechos de las personas trabajadoras y su protección ante los nuevos desafíos sociales, tecnológicos y ecológicos. Para ello se creará un grupo de expertos, una comisión que irá en paralelo a la derogación de la reforma.

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