Más de 140.000 empleos creados en marzo pese a la guerra en Ucrania

Esta mínima desaceleración, concentrada en determinadas actividades industriales muy intensivas, no se debe tanto al difícil momento que se está viviendo en Europa, sino más bien a los paros en el sector del transporte, que provocó un bache en la creación de empleo en el periodo central de mes. De no haber sido por ello, los datos habrían sido «un poquito mejores», superiores a la media, según señaló el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá.

La cifra total de afiliados se elevó por tanto hasta los 19.834.503 gracias a un fuerte ritmo en la creación de empleo del 4,8%, lo que se traduce en 914.000 cotizantes más que doce meses atrás, según los datos publicados este lunes por el Ministerio de Inclusión.

Sin embargo, la cruz de marzo son los datos de paro, donde sí se refleja ya una fuerte desaceleración en el ritmo de reducción debido, principalmente, a la huelga de los transportistas que mantuvo en jaque durante tres semanas la actividad económica del país. Concretamente, el número de desempleados se recortó apenas 2.921 personas, algo que choca con los 140.000 empleos creados y que está muy lejos de los casi 60.000 menos que se registraron en 2021. Se sitúa muy por debajo también de las cifras prepandemia y, con la excepción de 2020, se trata del peor dato de la última década.

Además, por primera vez en muchos meses creció el paro en términos desestacionalizados. Aunque, en el lado contrario, en el último año se ha registrado la mayor caída de la serie: 840.000 menos. Por tanto, el número total de parados se mantiene estable en los 3.108.763, la menor cifra registrada en este mes desde marzo de 2008.

La gran noticia del mercado laboral en marzo viene de la mano de la contratación, que refleja con claridad el impacto positivo que está teniendo la entrada en vigor de la reforma laboral en atajar la precariedad con apenas tres meses de aplicación: los contratos indefinidos se han disparado como nunca antes y, a su vez, se han reducido drásticamente los contratos de muy corta duración.

Así, de los más de 1,6 millones de contratos registrados en marzo, más de medio millón son fijos, lo que supone un récord absoluto para cualquier mes de la serie. Representa que una de cada tres nuevas contrataciones (30,7%) es indefinida, el mayor nivel de toda la historia. Se han firmado 334.000 contratos indefinidos más que en el mismo mes del año 2019, el triple que antes, y, por el contrario, el número de contratos eventuales se ha reducido significativamente, en más de 372.000, con lo que la tasa de temporalidad cae cinco puntos porcentuales hasta el 25%.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, alabó los efectos de la reforma laboral, que está permitiendo «mejorar sustancialmente» la creación de empleo y está reduciendo de «manera histórica» la precariedad del mercado laboral, que es uno de los elementos «más lesivos» y que «más debilita» la productividad del país.

De igual manera, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, mostró su satisfacción por este hito: «Un contrato indefinido es algo más que un punto en una estadística. Un contrato indefinido es tranquilidad y posibilidad de una vida mejor», escribió en Twitter.

Para el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, este «espectacular dato» refleja «sin lugar a dudas» que el mercado de trabajo español está empezando a ofrecer «cierta resistencia» frente a las eventualidades a las que se ve sometido y destacó el «impacto inmediato» que la reforma laboral está teniendo sobre las formas de contratación, lo que la convierte en «la más eficaz» de las que se han hecho hasta ahora.

Por su parte, el número de trabajadores protegidos por un expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) vinculados a la covid-19 bajó en marzo en 22.295 personas respecto al mes anterior, con lo que el número total de afectados se reduce hasta los 79.441, apenas el 0,5% del total de afiliados a la Seguridad Social.

Sin embargo, los trabajadores en ERTE por causas económicas, técnicas, organizativas y de producción (ETOP), no vinculados a la pandemia, suben en casi 3.600 y alcanzan ya los 17.162, con el sector del motor a la cabeza.

Los afectados por este tipo de ERTE se concentran, sobre todo, en actividades industriales, principalmente en lo referente a la fabricación de vehículos de motor, que al finalizar marzo tenía a 4.894 trabajadores en ERTE, fundamentalmente por la falta de componentes, lo que está obligando a algunas marcas a parar temporalmente la producción.