Trump amenaza a España con más aranceles y recrudece la guerra comercial con Europa

Esta nueva amenaza llega al mismo tiempo que la Administración Trump ha anunciado nuevos aranceles a Francia de hasta el 100% del valor de cientos de productos en respuesta a la tasa digital a grandes tecnológicas, como las estadounidenses Google o Facebook.

A pesar de ello, España mantiene su intención de aplicar su 'tasa Google'. Y aunque la OCDE está estudiando la forma de imponer un impuesto homogéneo sobre las tecnológicas para que tributen en los países en los que desarrollan su actividad y no solo donde tienen su sede fiscal, la intención del Gobierno es aplicar su propia tasa en cuanto sea posible mientras llegan a un acuerdo que, siendo optimistas, no será hasta mediados de 2020. Así lo anunció hace unas semanas la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, que aseguró que una vez que haya impuesto común, adecuarían el impuesto a lo que se decida a nivel OCDE.

Siguiendo los pasos de lo ocurrido en Francia, es muy probable que cuando España apruebe su tasa a las tecnológicas Trump reaccione imponiendo más aranceles a productos nacionales. Y no sería la primera vez. EE UU impuso aranceles a productos de la UE el pasado mes de octubre por valor de 6.700 millones de euros, entre los que se encuentra el sector de la aceituna y el aceite de España.

El plan de España respecto a la 'tasa Google' es gravar con un 3% los servicios de publicidad online y la venta de datos. Las compañías afectadas serán aquellas que facturen 750 millones de euros a nivel global y 3 millones en territorio nacional. En cambio, aún no se sabe el tipo por el que tributarán las empresas con el impuesto de la OCDE.

Por ello, la UE anunció este martes que su reacción será «con una sola voz»: «Permaneceremos unidos», fue el mensaje contundente que la Comisión Europea lanzó como respuesta a la amenaza de la administración Trump a Francia. Bruselas está dispuesta a contraatacar. Pero «a su debido tiempo», se matiza, «porque el proceso solo acaba de comenzar y se está desarrollando en Estados Unidos». Dicho de otro modo, se «toma nota», insistió un portavoz comunitario, pero en cualquier caso habrá reacción y esta será en bloque.

Primero porque la coordinación «en este, como en todos los asuntos relacionados con el comercio» prevalece; es marca de la casa. Y segundo porque no es solo Francia quien quiere aplicar esa tasa digital. Otros socios del club buscan replicar esa fórmula (además de España) a la vista de que el acuerdo para activar una tasa común europea no termina de cuajar. Así, Austria e Italia han dado el paso de activar esta fuente de ingresos. Y en la decisión que llegó la pasada madrugada desde Washington, ya se advierte que sobre estos dos últimos países europeos (y Turquía) hay una investigación en proceso que podría tener consecuencias similares a las que sufrirían a medio plazo los productos franceses.

Hay que tener en cuenta que las elecciones estadounidenses se celebran en 2020 y Trump quiere sacar rédito electoral a lo que ha sido una de sus armas desde el principio de su mandato: los aranceles. El presidente de EE UU sabe que una parte muy importante de su electorado son agricultores de zonas no muy industrializadas, por lo que la guerra arancelaria con Europa le viene bien para rascar votos por su agresiva política exterior.