La proliferación de hipotecas a tipo fijo se estanca ante el repunte del euríbor

A pesar del incremento que han experimentado las hipotecas a tipo fijo desde hace dos años, la cuota de mercado de este tipo de productos no ha podido superar la cota del 40% alcanzada en algunos meses de forma puntual. En julio, según el último dato disponible del INE, las nuevas hipotecas concedidas en ese mes representaron un 37,7% del total frente al 62,3% de las variables. En los meses previos, el peso de las hipotecas fijas fue del 37,1% de junio, el 38,1% de mayo, el 37,7% de abril, el 35,8% de marzo, el 36,6% de febrero o el 34,3% de enero.

La ventaja esgrimida por los expertos financieros y la propia banca con este producto, muy escaso en el mercado bancario español hasta 2015, es la estabilidad en la cuota que se paga mensualmente para amoritzar el préstamo. Siempre será la misma, a lo largo de la vida de la hipoteca, independientemente de cómo evolucionen los tipos de interés oficiales. A cambio, se aume un cargo mayor desde el primer momento del crédito sin conocer cuál será el momento en el que una hipoteca variable habría superado esa cuota dentro de unos años.

Precisamente como consecuencia de los bajos tipos de interés de los cuatro últimos años, la mayoría de los ciudadanos han seguido optando por las hipotecas variables, cuya cuota de mercado nunca ha bajado del 60%. A pesar de arriesgarse a que su cuota inicial pueda incrementarse con el paso de los años, estos ciudadanos han preferido optar por este producto, conscientes de que con los tipos en negativos, sus abonos mensuales son más pequeños, y esperando a que la subida de los intereses por parte del BCE será muy gradual de cara al futuro.

Además, los tipos que se pagan en uno y otro caso también son diferentes y cada vez más distanciados. En julio, por ejemplo, el tipo de interés medio al inicio es del 2,36% para las hipotecas sobre viviendas a tipo variable (con un descenso del 8,7%) y del 3,00% para las de tipo fijo (un 3,9% menor).