Planas descarta una subida de precios al consumidor para poner fin a la crisis del campo

El ministro otorgó a las grandes cadenas de distribución un «papel importante» en este conflicto y les pidió que pongan fin a la 'venta a pérdidas' (vender a un precio inferior del coste), una práctica «no muy habitual, pero existente y dañina» -apuntó- que muchas veces utilizan como reclamo para atraer a los clientes. «El sector de la distribución tiene que hacer un esfuerzo y ponerse a la tarea; si no, no lograremos el objetivo de conseguir una retribución más justa para agricultura y ganaderos», defendió. De hecho, ya ha iniciado también una ronda de contactos con las principales empresas de alimentación, empezando con Carrefour. Para lograrlo, Planas reiteró su compromiso con modificar la Ley de la Cadena Alimentaria. «No tiene una solución fácil, pero en la trasposición de la directiva europea trataremos de darle una respuesta», aseguró.

De igual manera hizo un llamamiento a los distribuidores para que los productos que pongan a la venta hayan sido pagados en origen a precios dignos, a la vista de que en ocasiones el valor del campo a la mesa se multiplica hasta por siete, como en el caso de las patatas.

Pero también el ministro también lanzó una petición al sector primario: que se concentren más y mejor creando cooperativas de mayor tamaño y actuando de manera conjunta para ganar peso en las negociaciones con el resto de sectores. «Las interprofesionales en algunas áreas funcionan muy bien, como las del aceite o el vino, pero en otras hay un estancamiento e incluso hay sectores que no tienen», explicó. Por otra parte, dejó abierta la puerta a concederles algún tipo de «bonificaciones fiscales».

En lo que respecta a su reunión con los profesionales del aceite de oliva y la aceituna, el ministro anunció que propondrá la creación de un programa de gestión específico para ambos sectores -similar al que ya está vigente para el vino y las frutas y hortalizas- en el marco del Plan Estratégico de la Política Agrícola Común (PAC), que se elabora con las comunidades autónomas para elevarlo posteriormente a Bruselas.

A su vez, Planas abogó por establecer medidas de autorregulación, es decir, almacenar un producto cuando haya excedente para evitar la volatilidad de los precios. De hecho, confía en que el almacenamiento temporal de aceite -herramienta activada por Bruselas a instancias de España, después de la campaña récord del año pasado- acabará teniendo influencia en el precio, a la espera todavía de la cuarta licitación que se llevará a cabo a finales de febrero.

Otro instrumento de ayuda será la enmienda que España pretende incluir en la próxima PAC 2021-2027 para que se pueda retirar una parte de la producción de aceite en las categorías «inferiores» y favorecer que los precios suban, como ya ocurre en el vino.