Acuerdo en el Pacto de Toledo para revalorizar las pensiones con el IPC en los tiempos de bonanza

Así, todas las pensiones subirán anualmente al menos lo que se hayan encarecido los precios en los tiempos en que la economía no tenga problemas, como por ejemplo en la actualidad. E incluso todos los partidos políticos parecen abiertos a que incluso este incremento pueda ser mayor que la evolución de la inflación en tiempos de bonanza económica.

Sin embargo, donde todavía hay serias discrepancias es en qué hacer cuando vengan mal dadas. En este punto es donde se dan dos posturas enfrentadas, tal y como se puso de manifiesto en la primera reunión mantenida ayer por la comisión del Pacto de Toledo después de casi dos meses de parálisis y la primera tras la formación del nuevo Gobierno.

Si PP, Ciudadanos, PNV y PDeCAT abogan por que cuando el país atraviese una recesión económica solo las pensiones más bajas -se extendería más allá de las mínimas, según las fuentes consultadas- se blinden y sigan revalorizándose en función de los precios, PSOE, Podemos, Compromís y Esquerra se oponen tajantemente a esta 'excepcionalidad' que pretenden incluir en la nueva fórmula de revalorización e insisten en que hay que garantizar siempre el poder adquisitivo a los pensionistas. En los buenos y en los malos tiempos. A los que cobran pensiones más altas y a los que ingresan el mínimo.

«Estamos absolutamente en contra de esta propuesta que busca que se peleen los pensionistas», explicó la portavoz de Unidos Podemos en la comisión, Aina Vidal. «Garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas es una obligación del Estado», sostuvo la diputada catalana, que criticó el hecho de pretender cercenarles este derecho «precisamente en época de crisis, que es cuando más se debería blindar y proteger a este colectivo», puesto que «a los 65 años ya no tienes margen de maniobra».

El portavoz adjunto de Ciudadanos, Sergio del Campo, se mostró partidario de tomar de nuevo el IPC como «hilo conductor» pero a la vez «poder dar un margen de flexibilidad para que en situaciones de crisis haya otros indicadores -como pueden ser los salarios, las cotizaciones o el PIB- que puedan hacer que si los mayores tienen que hacer un esfuerzo, recaiga sobre las pensiones más altas». Del Campo defendió que igual que los funcionarios, asalariados, autónomos tienen que hacer ciertos sacrificios cuando no va bien la economía, los pensionistas con ingresos más altos también pueden ayudar.

«Decir IPC llueva o no llueva es engañar a la gente», aseguró por su parte el diputado del PP José María Barrios, resaltando que los socialistas también tuvieron que congelar las pensiones en 2010. Para compensar, recalcó que en momentos de bonanza económica todas las pensiones podrían revalorizarse incluso más allá de la inflación.

En este sentido, PdeCAT da incluso un paso más. Su portavoz en el Pacto de Toledo, Carles Campuzano, que fue además quien redactó el borrador de esta nueva fórmula de revalorización, apostó por establecer un mecanismo para que en época de crecimiento estas prestaciones más altas puedan compensar la pérdida de poder adquisitivo que hayan tenido en los años de recesión. «Se trataría de mantener el poder adquisitivo de todas las pensiones durante el ciclo vital de la economía», explicó el diputado nacionalista.

Otra cuestión sería: ¿dónde se establecería el límite para este 'sacrificio' en caso de que esta propuesta prosperara? La respuesta a esta pregunta no sería competencia del Pacto de Toledo, puesto que son partidarios de dejarla en el aire para que cada Gobierno establezca, previas consultas con los agentes sociales, cuáles serían las pensiones más altas y cuáles las más bajas.

Y aquí también podría buscarse la solución a esta discrepancia de IPC sí o sí o solo en tiempos de bonanza, vista la dificultad de alcanzar un consenso entre partidos. Así lo entiende la portavoz del PSOE en esta comisión, Mercè Perea, que manifestó su confianza en que la distinción por niveles de renta a la hora de revalorizar en tiempos complicados no se incluyera en las recomendaciones y quedara «diluida» o como mucho vinculada a las decisiones que se tomen en el seno del diálogo social, algo que calificó como «esencial». También el diputado del PP piensa que quizás la solución sea buscar una redacción de esta recomendación «lo suficientemente amplia como para que cualquier Gobierno esté cómodo con ella». Si finalmente esto fuera así, Perea dejó entrever que esta segunda recomendación podría cerrase en la reunión que mantendrán la próxima semana.

Este optimismo es generalizado entre los diferentes grupos. «Cada vez estamos más cerca», precisó el representante de Ciudadanos, mientras la de Unidos Podemos manifestó que «puede haber acuerdo, pero siempre y cuando dejen este elemento tan negativo de lado».

Si así sucediera, se habría superado el gran escollo para lograr un acuerdo, aunque aún quedaría otro 'punto caliente': la suficiencia de las pensiones; es decir, qué se entiende por pensiones mínimas y dónde se establece el umbral. En el resto de recomendaciones -que suman un total de 21- se ha avanzado ya bastante, aunque no están aún cerradas.