Las pensiones subirán con el IPC del año anterior sin más ajustes

La presión de los sindicatos ha llevado a que el ministro Escrivá retire su propuesta y acepte una fórmula simple y clara

Lunes, 19 de abril 2021, 15:56

El Gobierno finalmente ha accedido a revalorizar las pensiones según el IPC real y ha renunciado a implantar una fórmula más compleja mediante la cual a los jubilados se les compensarían las ganancias de poder adquisitivo que tuvieran cuando hubiera inflación negativa en los años ... siguientes. Ésta es la concesión que el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, se guardaba bajo la manga de cara a acercar posturas con los agentes sociales.

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La propuesta de reforma de las pensiones que el ministro desgranó hace una semana en el Congreso sentó como un jarro de agua fría entre los sindicatos, que lanzaron duras críticas tanto al contenido como a la forma de negociar, que calificaron de «inflexible».

Pues bien, apenas una semana después de esto, se ha logrado el acuerdo sobre uno de los temas claves de la reforma: cómo subirán cada año las pensiones. Escrivá ya había dejado caer, tanto en su comparecencia en el Congreso como en la entrevista concedida a este periódico, que estaba dispuesto a eliminar el punto de fricción que existía en este tema y lo ha hecho en la primera reunión que ha mantenido el secretario de Estado de la Seguridad Social y Pensiones, Israel Arroyo, con representantes de los sindicatos y de las patronales. Las pensiones se actualizarán cada año con la inflación del año anterior y no habrá ningún tipo de compensación o rebaja en caso de que el IPC sea negativo. Es decir, que los jubilados mantendrán el poder adquisitivo e incluso en años puntuales en los que los precios caigan podrán ganar poder de compra, aunque será mínimo.

Así lo confirmó el secretario de Políticas Públicas de CC OO, Carlos Bravo, tras la reunión, que explicó que se trataba de un «cambio imprescindible para avanzar en el proceso de negociación en materia de Seguridad Social».

La presión de los sindicatos ha llevado a que finalmente el ministro acepte una fórmula simple y clara, aunque aún falta por saber si se basara en el IPC medio de los últimos doce meses o en el de noviembre, como se hacía antes de que la reforma de Mariano Rajoy pusiera en marcha el IRP que abocaba a los mayores a subidas mínimas del 0,25% mientras la Seguridad Social tuviera déficit. Eso sí, no habrá ya ninguna 'paguilla' compensatoria si la inflación del año en curso es algo mayor que la subida, según adelantó Escrivá a este periódico, algo que sí había hecho el Ejecutivo de Pedro Sánchez hasta ahora.

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Escrivá en este caso sí ha dado su brazo a torcer y ha modificado sustancialmente la fórmula de revalorización que tenía inicialmente y que se basaba en una media móvil del IPC de cinco años. Su objetivo era que los pensionistas no perdieran, pero tampoco ganar poder adquisitivo, por lo que quería compensar las ganancias de determinados ejercicios en los siguientes, con subidas menores. De ahí pasó a una fórmula basada en la inflación del año anterior, pero que compensara en los tres años siguientes el IPC negativo. Y ahora ya accede a la petición de los sindicatos y los jubilados no tendrán que devolver las ganancias de poder adquisitivo.

Sin embargo este avance en la reforma de las pensiones no es suficiente para alcanzar el acuerdo, según los sindicatos, que piden también que no se endurezca la penalización por jubilación anticipada y se derogue de una vez por todas el factor de sostenibilidad sin esperar a implantar uno nuevo. Es decir, derogar completamente la reforma de las pensiones de 2013, según precisó Carlos Bravo.

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La reunión de este lunes trató de limar asperezas en el diálogo social, ya que una de las acusaciones que hacen al ministro es que no tiene tablas en la negociación y muestra una postura inflexible. Desde los sindicatos admitieron que se habían producido «ligeros avances», aunque también algún «retroceso», por lo que seguirán negociando. Más positiva fue la postura del ministerio, que calificó la reunión de «muy productiva» y señaló que seguirán avanzando para lograr un acuerdo. De hecho, el próximo lunes volverán a sentarse en la mesa.

El nuevo escollo en esta primera batería de medidas es el endurecimiento a las jubilaciones anticipadas. Este lunes el líder de UGT apuntó en una entrevista en la radio que el Gobierno «ha de tener claro» que deberá retirar esta propuesta y matizó que el 80% de las personas que se jubilaron en 2019 lo hicieron desde el paro y que a estas personas, aunque se les intente incentivar para retrasar la jubilación, «no les quedará más remedio que adelantarla», por lo que se deben mantener las condiciones.

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