Las cotizaciones sociales no son suficientes para pagar el abultado gasto en pensiones que soporta el sistema público español y que supone un total de 171.165 millones de euros para 2022. Ni siquiera en un año en el que la recaudación por estas cuotas ... subirá un 9%, impulsada por el crecimiento del PIB y, también, por un encarecimiento del 1,7% de las bases máximas de cotización, según consta en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) presentado ayer en el Congreso. Con lo que se recogerá de trabajadores y empresarios solo se financiará un 75,3% de las actuaciones de la Seguridad Social para 2022.
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Por ello, el Estado vuelve a acudir al rescate y tendrá que desembolsar casi 43.300 millones para garantizar el pago puntual de las pensiones a los cerca de nueve millones de beneficiarios. Concretamente, hará una transferencia récord de 36.276 millones a la Seguridad Social y, un año más, concederá un crédito que seguirá engordando la deuda del sistema, que se encamina ya a los 100.000 millones y que se mantiene en números rojos otro ejercicio.
Sin embargo, estos Presupuestos suponen un paso más en la recomendación realizada por el Pacto de Toledo para traspasar el déficit del sistema al Estado a través de la separación de las fuentes de financiación. Así, las transferencias directas ganan peso y se incrementarán el próximo año un 16,4% hasta superar los 36.200 millones, mientras que el préstamo se reduce casi a la mitad respecto al año pasado y apenas se sitúa en los 6.982 millones. Significa esto que los PGE se hacen cargo de gastos impropios del sistema que antes se pagaban a través de las cotizaciones, como son la prestación contributiva por nacimiento y cuidado de hijos, algunas bonificaciones al fomento del empleo formativo, la cobertura de lagunas de cotización o el complemento de maternidad de las pensiones.
Por este concepto se transferirán desde el Estado al sistema un total de 18.396 millones de euros, 4.467 millones de euros más que en el presupuesto de 2021, con el objetivo de garantizar la sostenibilidad del sistema a medio y largo plazo. Y aún faltaría el tramo final para el siguiente ejercicio, ya que el ministro José Luis Escrivá cuantificó en 22.871 millones el gasto que asumía hasta ahora el sistema y que no le correspondía. El objetivo es lograr que cuando termine la legislatura, en 2023, el déficit haya desaparecido.
Y es que la partida para pagar las pensiones se lleva más del 37% de los presupuestos para 2022, los del mayor gasto de la historia. Porque volver a revalorizar las pensiones con el IPC tiene un alto precio. El gasto en pensiones se disparará en 8.000 millones, casi un 5% más que en 2021, debido en gran medida a la actualización que se hará en enero.
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Los jubilados tendrán que esperar a conocer el IPC de noviembre para saber el porcentaje concreto de subida, puesto que a partir del año que viene la revalorización de las pensiones quedará desligada de la ley de Presupuestos gracias a la reforma que se está tramitando en el Congreso. Así lo explicó la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que recordó que la fórmula de actualización se basará en la inflación media de los doce meses anteriores a noviembre. Montero también se comprometió a abonar a los pensionistas en enero o incluso diciembre la 'paguilla' para compensarles, ya que la inflación va a ser muy superior al 0,9% de subida de este año. La previsión es que la media se sitúe en el entorno del 2,3%.
Lo que sí es seguro es que las pensiones mínimas y no contributivas se elevarán en mayor medida, concretamente un 3% en 2022, el mismo porcentaje que aumentará el Ingreso Mínimo Vital, que está asociado a la subida de las pensiones no contributivas. Para el pago de esta renta mínima se dedicarán 4.436 millones de euros. Pero además el Gobierno introduce otra mejora en las pensiones para el próximo año: un incremento de 27 a 28 euros del complemento de pensiones contributivas para la reducción de la brecha de género que reformuló el pasado mes de febrero, que depende del número de hijos.
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En la otra cara de la moneda, los ingresos por cotizaciones sociales crecerán un 9% hasta superar por primera vez los 136.300 millones. Este fuerte incremento se debe, además de por la recuperación del PIB esperada para 2022, a que aumenta un 1,7% la cuota de los trabajadores que más ganan, que pasará de los actuales 4.070 euros a 4.139 euros al mes. Y seguirá subiendo, ya que está previsto que en la segunda fase de la reforma se pacte un incremento gradual de las bases máximas.
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