La OCDE adelanta la recuperación de España por el consumo de las familias

La institución con sede en París prevé que el PIB crezca un 5,9% en 2021 y un 6,3% en 2022, desde el 5,7% y el 4,8% que propuso hace tres meses. Se sitúa así en línea con las previsiones del FMI y la Comisión Europea, que rondan el 6%, pero aún quedan lejos de los cálculos del Gobierno, que mantienen un optimista 7,2% de avance del PIB este año. Este crecimiento estará respaldado, según explica la OCDE en su último informe, por «el crecimiento de la demanda reprimida, el plan de recuperación y el repunte del turismo».

Así, España se situará a la cabeza de las economías avanzadas. Solo se sitúan por delante de España el avance del PIB en 2021 de Canadá (6,1%), Estados Unidos (6,9%) y Reino Unido (7,2%). El informe explica que la menor incertidumbre llevará a una fuerte disminución de la tasa de ahorro (que ha tocado máximos en la pandemia) y elevará el consumo privado. Según sus previsiones, este consumo de los ciudadanos pasará del -12% en 2020 a tasas del 6,4% en 2021, cinco veces por encima de las cifras prepandemia. Además, la OCDE espera que la inversión se recupere significativamente a partir de la segunda mitad del año a medida que mejoren las expectativas y los fondos de la UE Next Generation brinden apoyo adicional.

Sus expectativas de deuda y déficit público también mejoran respecto a sus últimas previsiones. Si en diciembre la OCDE anunciaba una deuda pública que superaría el 120% este año y el que viene, la buena marcha de la economía le hace calcular ahora un 119% este año y un 117% en 2022. Y en cuanto al déficit, la organización espera que baje del 11% de 2020 al 8,6% este año, y consiga reducirse hasta el 5,4% en 2022.

A nivel de empleo, la OCDE considera que el mecanismo de los ERTE ha demostrado su eficacia y seguirá «limitando y amortiguando» la pérdida de empleos este año. Así, calculan que la tasa de paro finalice el año prácticamente igual que el pasado (15,4%) -dos puntos menos que lo previsto hace seis meses- y que en 2022 consiga reducirse al 14,7%, por debajo ya de los niveles de 2018. De hecho, la institución asegura ser prudente ya que un despliegue más rápido de la vacunación y un uso más veloz de los fondos de la UE de lo proyectado aumentarían el crecimiento del PIB y reducirían la tasa de paro.

Pero no todo son buenas noticias. El organismo presidido por Ángel Gurría vuelve a reprochar la tardanza en la entrega de las ayudas directas a las empresas e insta a ejecutarlas «rápidamente». Advierte de que si algunas regiones no son capaces de identificar las empresas viables a las que otorgárselas, la crisis podría dilatarse. «Si la crisis dura más de lo previsto, sería necesario aumentar la cantidad de fondos destinados a ayudas directas», alerta.

Además, aboga por mantener un mercado laboral «flexible» que permita a las empresas «adaptarse a los posibles ajustes estructurales» postpandemia para respaldar la recuperación económica. Asimismo, aumentar el gasto en políticas de empleo y formación de parados poco cualificados para «reasignarles» a sectores con mejores perspectivas de futuro.