Las dudas por los obstáculos –más políticos que financieros– que podría encontrar la incursión del capital saudí en Telefónica están pesando menos en el mercado que la esperanza de que la operación sea un revulsivo definitivo para el valor en Bolsa de la compañía.
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Después ... de cerrar prácticamente planos el miércoles –cuando se conoció que el grupo STCse había hecho con un 9,99%de la operadora– las acciones de Telefónica se situaron este jueves como los segundos más alcistas del Ibex-35 con una revalorización del 2% hasta los 3,83 euros por acción. Una subida que, sin embargo, sigue sin ser suficiente para superar la barrera de los 4 euros, resistencia infranqueable para la operadora desde el pasado mes de mayo.
En todo caso, el repunte del jueves contribuye a ampliar la ganancia de Telefónica en lo que va de año al 13,3%.
Según explican los analistas consultados, el motivo de que la reacción del mercado no esté siendo más contundente ante una operación de este calibre es precisamente esa incertidumbre en torno a las intenciones futuras de STC en la gestión de la compañía. «Es cierto que el grupo dejó claro ayer que no pretende ni cambiar la estrategia ni el equipo de gestión, pero hay ejemplos históricos, como la entrada de Etisalat (Emirates Telecommunications) en Vodafone, que comenzó con un 10% y ha acabado alcanzando el 14,6%», indican. Una participación que además puede elevarse hasta el 25%, «con lo que eso implica para los sillones del consejo y las decisiones estratégicas de la operadora».
Los expertos recuerdan que la cotización de Vodafone ha bajado un 45% desde que Etisalat hizo pública su participación inicial del 10% en Vodafone en mayo de 2022.
José Manuel Corrales Aznar, Profesor del Departamento de Economía y Empresa de la Universidad Europea de Madrid, indica en todo caso que la operación sobre Telefónica, al menos de momento, no implica «un monopolio ni una participación mayoritaria, ya que al 9,99% se le suma la del 4,9% de BBVA, el 4,9% de CaixaBank y el 4,8% de BlackRock, entre otros».
Pero la incertidumbre en torno a su éxito final marcará sin duda la cotización de Telefónica en el corto plazo. Jacques de Greling, director de calificaciones corporativas de Scope Ratings indica que «en un sector europeo de las telecomunicaciones aún dominado por antiguos monopolios nacionales como BT, Deutsche Telekom, Orange y Telecom Italia, la nacionalidad sigue siendo importante, por lo que la inversión de Saudi Telecom Co en Telefónica plantea muchas dudas».
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Además, el movimiento del capital saudí se produce a solo dos meses de la fecha prevista por Telefónica –el 8 de noviembre– para presentar su plan estratégico hasta 2026. Una hoja de ruta que sin duda estará marcada por esta operación.
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