La Reserva Federal baja los tipos por sorpresa para mitigar el efecto económico del coronavirus

La decisión de la Fed de recortar el precio oficial del dinero tiene lugar fuera del calendario marcado por la institución para las reuniones de política monetaria. El próximo encuentro estaba previsto para el 18 de marzo.

Esta bajada de los tipos de interés entre dos reuniones es una herramienta que no se utilizaba desde el año 2008, según recuerda Ranko Berich, jefe de análisis de Monex Europe. Y llega después de un serio empeoramiento de las perspectivas económicas globales por la extensión en el espacio y en el tiempo de la incidencia del coronavirus.

Bill Papadakis, estratega macro de Lombard Odier, valora que el momento del anuncio (fuera del calendario previsto de reuniones de la Fed), la escala de la medida (ya que la Fed normamente se mueve más de 25 puntos básicos en tiempos de crisis) y la unanimidad en el voto del comité envían una señal de que la Reserva Federal está decidida a actuar con prontitud y decisión antes de que el choque del coronavirus se transforme en un golpe arraigado a la confianza que podría plantear riesgos de recesión para la economía estadounidense.

El viernes pasado, el presidente de la Reserva Federal norteamericana, Jerome Powell, ya había afirmado que la institución estaba lista para intervenir. El mercado, en pocas semanas, ha pasado de esperar una sola bajada de los tipos de interés este año a prever tres movimientos, dos de los cuales, de acuerdo con los expertos de A&G, «muy rápidos», que podrían haberse agotado ya hoy con la bajada de un 0,5% efectuada en la jornada de hoy.

La entidad ha reanudado de esta manera la senda de bajadas de tipos de interés que ya acometió el año pasado para reactivar en ese caso una economía a la que faltaba algo de brío.

El presidente Donald Trump había venido insistiendo en los últimos días sobre la necesidad de recortar los tipos de interés.

Según valoraba esta mañana David Kohl, de Julius Baer, el deterioro de los mercados financieros podía tener su impacto en la economía real, en particular, como señala Papadakis, por el «abrupto endurecimiento de las condiciones financieras derivadas de la reacción del mercado a las recientes noticias relacionadas con el cornavirus».

Por ello, en opinión de Kohl, cualquier acción monetaria, como la que acaba de decidir la Reserva Federal, no buscaría atajar la debilidad económica directa causada por la expansión del coronavirus, sino contener la inestabilidad financiera que, por sí misma, puede empeorar la situación de la economía real.

Este experto avisaba del menor margen de que disponen otros bancos centrales, como el europeo, el suizo o el japonés, para dar alivio a los mercados, pero, al tiempo, también afirmaba el gran alcance, global, que tienen siempre las actuaciones de la Fed.

Como reacción, en Wall Street, poco entusiasmo: minutos después de las seis de la tarde, los índices americanos están en pérdidas.

En Europa, en cambio, las subidas se han mantenido hasta el cierre, pero mermadas respecto a la media sesión. El Ibex-35, en particular, terminó el día con una subida del 0,80%.