El Ibex-35 cierra con un descenso del 1,16% y cede los 7.000

En el resto de Europa también dominaron las caídas. En algunos casos, como en el del Ftse Mib de Milán (-1,34%) y en el del Ftse 100 de Londres (-1,27%), fueron superiores a las que registró el selectivo doméstico. Pero, en otros, como en el del Dax alemán (-0,54%) o en el del Cac 40 francés (-0,98%), fueron algo más discretas.

En el selectivo español, destacaron los fuertes descensos de algunos grandes valores. De hecho, Telefónica fue el peor del día, con un significativo descenso del 3,92%. Le siguió IAG, que bajó un 3,73%. Mientras, Repsol cedió un 3,66%.

Entre los más bajistas, más 'blue chips': BBVA cayó más de dos puntos porcentuales. Y al listado de compañías a la baja también se incorporaron otros valores cíclicos, como Acerinox (-2,96%) o Ence (-2,30%). Otros títulos que cayeron más de un 2% fueron Cellnex y Colonial.

Además, la nómina de valores en verde fue muy escasa: se componía apenas de tres títulos. Amadeus fue el mejor, con una subida del 1,62%, le siguió Naturgy (0,53%) y en tercer lugar se colocó Aena (0,34%). Que sólo estos nombres sostuvieran al índice fue motivo suficiente como para que el selectivo terminara la jornada a la baja.

Iberdrola fue, entre los valores bajistas, el que menos cayó: retrocedió un 0,14%, después de asegurarse el control de la australiana Infigen.

La debilidad que se respiraba en Wall Street fue cómplice de quienes a este lado del Atlántico querían recoger beneficios. Así, al término de la jornada europea, el Dow Jones y el Nasdaq se anotaban apenas un 0,10%, mientras que el S&P 500 hacía incursiones en terreno negativo. Y eso que los datos económicos que se conocieron al otro lado del Atlántico no fueron malos. De este modo, las peticiones iniciales por subsidio de desempleo cayeron más de lo esperado, para marcar su nivel más bajo desde que comenzó la pandemia. En particular, retrocedieron en 249.000 hasta marcar los 1,19 millones en la semana que terminó el 1 de agosto. El consenso de mercado esperaba que alcanzaran los 1,4 millones.

También hay que contar con que otro informe mostró un incremento del 54% en recortes de plantilla anunciados por los empleadores durante el mes de julio. Este viernes, en todo caso, hay que prestar mucha atención a la publicación del informe oficial de empleo del Gobierno de EE UU, correspondiente al mes de julio.

Además, ese compás de espera que se respiraba en la bolsa era el mismo que parecían mostrar los inversores respecto a la aprobación de un nuevo programa de estímulo fiscal en el Congreso de Estados Unidos.

En el mercado de materias primas, evolución mixta del crudo. El barril de Brent, de referencia en Europa, se anotó un 0,27%, hasta los 45,29 dólares. El de West Texas, de referencia en Estados Unidos, en cambio, se replegaba un 0,24%, hasta los 42 dólares.

El oro, por su parte, marcaba un nuevo máximo histórico en los 2.050 dólares la onza. La escasa rentabilidad que proporcionan los bonos; el aprecio por los activos físicos, que dan más seguridad, frente a los financieros; el temor a un futuro inflacionista; o la depreciación del dólar son algunos factores que explican que el metal precioso acumule una revalorización de más de un 30% en lo que llevamos de año.

Además, la plata registraba una subida cercana al 5% en la sesión de este jueves.

En el mercado de divisas, el que se frenaba un poco era el euro, que al cierre de la sesión perdía alrededor de un 0,3% frente al billete verde, hasta el nivel de 1,184, tras haber marcado en la sesión anterior la cota de 1,19.

En el mercado de deuda, la prima de riesgo española vivía otra sesión de estrechamiento. Al cierre de las Bolsas, mejoraba un 1,5%, para situarse en los 81 puntos básicos.