El Ibex pierde los 8.500 puntos con el lastre del sector bancario

A la volatilidad que generalmente ocasiona este fenómeno que se produce cada tercer viernes de marzo, junio, septiembre y diciembre se ha sumado un duro castigo al sector bancario, con caídas que superaron el 5% en Banco Sabadell como farolillo rojo de la jornada tras anunciar que César González-Bueno ya es oficialmente el nuevo CEO de la entidad, tras recibir el visto bueno del consejo. El nuevo directivo ha creado tres grandes unidades de negocio, cada una autónoma y con su propia cuenta de resultados, también con su propio director financiero.

Las caídas han sido generalizadas para el sector, con pérdidas del 3,8% par BBVA y superiores al 3,5% en Bankia y Santander. CaixaBank y Bankinter cierran con descensos del entorno del 2,5%. Y no solo en España. Los números rojos han provocado una caída del 2,82% en el índice Eurostoxx Banks, con pérdidas del 3,8% para Deutsche Bank, y de más del 2,5% para otros valores europeos como Unicredit, BNP Paribas o Credit Agricole. Al cierre del mercado europeo, las caídas rondaban el 2% para JP Morgan y el 1,5% para Wells Fargo o Bank of America.

Detrás de este comportamiento no está solo la típica recogida de beneficios sobre unas entidades que el jueves subieron con fuerza. Los inversores han activado el botón de ventas tras conocer la decisión de la Reserva Federal (Fed) estadounidense de no ampliar la tregua que ofreció durante la crisis para que los bonos y depósitos en balance no consumieran capital. Ese alivio para el sector expira el 31 de marzo y el organismo comandado por Jerome Powell ha decidido no alargarlo más.

En concreto, en abril de 2020, en lo más duro de la pandemia, la Fed excluyó los bonos del Tesoro y los depósitos del banco central del llamado índice de apalancamiento complementario (SLR por sus siglas en inglés), lo que permitía al sector aumentar sus tenencias de deuda sin tener que compensarlo con mayores niveles de capital. Con la decisión adoptada este viernes, los bancos tendrán que normalizar sus balances si no quieren consumir más capital. Es decir, poner a la venta los bonos 'extra' que aún atesoran, lo que podría provocar nuevas subidas de rentabilidades en esta clase de activos, algo que en las últimas semanas ha preocupado especialmente al mercado.

De momento, la rentabilidad del bono estadounidense a diez años ha pasado del 1,6% al 1,7%. Pero en Europa se mantiene la calma con el interés del bono alemán en el -0,30% y el del español en el 0,34%.

La subida de las rentabilidades de los bonos también preocupa a los bancos centrales, a pesar de que en las últimas intervenciones públicas han querido quitar hierro a la situación. La propia presidenta del BCE, Christine Lagarde, aseguró ayer ante la comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo, que el banco central estará atento para evitar que se deterioren las condiciones de financiación en la región y que el repunte de las tasas a largo plazo no es bienvenido en estos momentos. «El aumento en los rendimientos va por delante de la esperada recuperación económica», indicó.

En el apartado empresarial, IAG también fue protagonista el viernes con caídas del 3,78% pese a anunciar que finalmente ha colocado 1.200 millones de euros en bonos senior no garantizados. La cifra supera en 200 millones lo inicialmente previsto ante la «elevada demanda» recibida, según explica la aerolínea en el comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Por su parte, los títulos de Inditex se deja un 2,76% hasta los 27,86 euros después de que los analistas de BNP Paribas hayan decidido recortar su recomendación sobre la compañía de 'sobreponderar' a 'neutral'.

Poco que añadir en el lado de las ganancias, con solo 11 valores en positivo entre los que ha destacado la subida del entorno del 2% que registran Iberdrola, REE y Endesa, seguidas por Viscofan y Grifols, con avances de más del 1% que, aun así, han sido insuficientes para evitar el cierre semanal en negativo de la bolsa española.

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