El Ibex-35 da un paso más hacia los 9.200 puntos

El cierre en el Viejo Continente fue bastante mixto. El peor de todos los índices fue el Ftse Mib de Milán, con un recorte del 0,57%. Mientras, el Dax alemán se dejó un 0,45%. El Cac 40 francés bajó un 0,13%. En verde terminaron, además del Ibex-35, el el PSI-20 de Lisboa, que sumó un 0,11%, y el Ftse 100 británico, que se anotó un 0,33%.

Al Ibex-35 le apoyó el buen comportamiento de Indra, que sumó un 5,44% tras presentar sus resultados del tercer trimestre en la tarde de ayer. A continuación se colocaron Grifols, Merlin Properties, Siemens Gamesa y Endesa, todos ellos con avances de más de un 1%. Después, uno de los grandes, Telefónica, que subió un 0,94%. Entre los 'blue chips' también destacó Iberdrola, que ganó un 0,80%.

En el sector financiero, comportamiento discreto y mixto: Bankia, Sabadell y Bankinter cerraron en positivo, con revalorizaciones de un 0,65%, de un 0,41% y de un 0,29%, por ese orden; mientras que Santander cedió un 0,08%; bajadas para BBVA y CaixaBank, que se dejaron un 0,51% y un 0,91%, respectivamente. Ello, una vez aprobado el decreto ley para que sean las entidades las que paguen el impuesto de las hipotecas a partir del próximo sábado.

Pero, en negativo, el peor fue Meliá Hotels, que se dejó un 7,67%, mientras que Mediaset bajó un 7,35%. Ambas compañías hicieron públicos sus resultados del tercer trimestre ayer al cierre y parecen haber decepcionado. De acuerdo con los analistas de Banco Sabadell, la cadena hotelera ha sufrido una peor evolución de lo previsto en ingresos; pero la cadena de televisión, de acuerdo con la misma firma, sí habría batido expectativas y, además, ha mejorado sus perspectivas. En todo caso, en ambas empresas, Sabadell mantiene su recomendación de comprar.

El tercer peor valor del día ha sido Dia, con un recorte del 4,61%. Y, a continuación, también ha sufrido un severo castigo del 3,26% Mapfre, que ha publicado su cuenta de resultados en la jornada de hoy. Cellnex y Cie Automotive, por su parte, han cerrado con pérdidas de más de un 2%.

     Y falta de fuerza también se respiraba en Wall Street. Así, el Dow Jones, al cierre de la sesión europea, se encontraba prácticamente plano, mientras que el S&P 500 retrocedía alrededor de un 0,10%, y el Nasdaq, alrededor de un 0,40%. Ello, después de la fuerte subida que se apuntó en la jornada de ayer y antes de que se conozcan las conclusiones de la reunión de la Reserva Federal norteamericana que tiene lugar hoy. El mercado puede temer una mayor agresividad por parte de la autoridad monetaria estadounidense, después de la publicación de los últimos datos de empleo y de evolución de los salarios.

Antes de que se conozcan las consideraciones de la Fed, el euro perdía posiciones frente al billete verde: la moneda comunitaria retrocedía alrededor de un 0,20%, hasta 1,1406 unidades. En el mercado de deuda, el interés de los títulos americanos se mantiene por encima del 3,20%.

En Europa, ligeras subidas de los rendimientos de los bonos (en Alemania, ronda el 0,45%, en España, el 1,60%). La excepción es Italia, cuyo diez años pasa de rentar un 3,32% a alcanzar el 3,40%.

En todo caso, conforme pasaban las horas, Wall Street iba mejorando de todo. A ello pudo contribuir que Deutsche Asset Management haya elevado su previsión de beneficio por acción para el S&P 500 para el conjunto del ejercicio desde los 161 hasta los 162 dólares, después de finalizada la campaña de presentación de resultados del tercer trimestre.

El que continúa a la baja es el petróleo. El barril de Brent, de referencia en Europa, retrocedía al cierre un 0,6%, hasta los 71,6 dólares. El de West Texas, de referencia en Estados Unidos, encadenaba su novena sesión de pérdidas, para colocarse en los 61,2 dólares. Ésta es la peor racha para el combustible de los últimos cuatro años. Ello porque la producción en Estados Unidos y los inventarios en el gigante americano han compensado, y con creces, los temores de una menor producción disponible por las sanciones impuestas contra Irán. También el precio del oro se movía a la baja: al cierre retrocedía un 0,3%, hasta los 1.223 dólares la onza.