El Ibex-35 cae, pero mantiene los 9.700, atento a la guerra comercial

Mientras, en Wall Street veíamos también movimientos discretos, aunque más positivos que los de los parqués europeos: al cierre del mercado español el Dow Jones se encontraba prácticamente plano, mientras que el S&P 500 sumaba un 0,10% y el Nasdaq se anotaba un 0,20%.

Algo que posiblemente ha sido motivo de preocupación en los mercados en la jornada de hoy ha sido la publicación de datos macro en Alemania. En particular, las órdenes de fábrica, que cayeron un 4% en junio en tasa mensual, cuando se esperaba un mínimo recorte del 0,5%, mientras que en comparación interanual el descenso es de un 0,8%, frente al avance del 3,4% que habían calculado los analistas. De acuerdo con los expertos de ING, se trata de un dato decepcionante que puede estar mostrando ya signos de que las tensiones comerciales están empezando a golpear a la economía alemana, lo que no constituye un buen augurio para las perspectivas industriales en la segunda mitad del año. 

Ha actuado de contrapeso, sin embargo, el índice de confianza del inversor en la zona euro, el Sentix, que ha subido desde los 12,1 hasta los 14,7 puntos para el mes de agosto, cuando se esperaba que se colocara en los 13,4 puntos.

En todo caso, las tensiones comerciales continúan estando en el centro de las preocupaciones de los inversores y este fin de semana hemos visto cómo el presidente Donald Trump ha dicho que él lleva ventaja en esta disputa, a lo que el Gobierno de Beijing ha respondido que está preparado para soportar las consecuencias económicas y que no vacilará en un escenario de guerra arancelaria. No se observa distensión, por tanto, por ninguna de las dos partes. 

El pasado viernes las autoridades del gigante asiático intervinieron para intentar frenar que siguiera depreciándose el yuan. 

En el selectivo español, tres valores cayeron más de un 1%: ArcelorMittal, Meliá y ACS. Y un cuarto, Siemens Gamesa, perdió justo un 1%. 

En negativo también varios grandes valores, como Inditex, que se dejó un 0,83%, o Iberdrola, que perdió un 0,21%. Además, Telefónica y Repsol retrocedieron un 0,09% y un 0,06%, respectivamente. Pero también los bancos terminaron con pérdidas: BBVA y el Sabadell bajaron alrededor de un 0,35% y Bankinter y el Santander se deslizaron un 0,30% y un 0,22%, respectivamente. 

Quizás precisamente por el peso en contra que supusieron tanto los grandes valores como las entidades financieras el selectivo español lo terminó haciendo peor que otros índices del Viejo Continente. 

En verde, el mejor del indicador español, Cellnex, que sumó un 1,23%, mientras que Técnicas Reunidas y Viscofán se colocaron después anotándose alrededor de un 0,9%. Pero pocos valores terminaron el día en positivo: en total, sólo quince de los 35 que componen el selectivo.

En el Índice General de la Bolsa de Madrid, la farmacéutica Almirall fue la mejor, con un repunte del 12,30%, seguida de la minera Berkeley, que se anotó casi un 10%. En rojo, la peor fue Nextil, la antigua Dogi, que retrocedió un 4,60%. 

En el mercado de divisas, el euro, al cierre de la sesión europea cedía alrededor de un 0,10% frente al billete verde, con lo que el tipo de cambio se situaba en el entorno de 1,1558 unidades. Ello supone niveles superiores a los de media sesión, cuando rondaba la cota de 1,153 unidades. 

En el mercado de deuda, bajada generalizada de los intereses de los bonos. El rendimiento de los títulos españoles a diez años retrocedía desde el 1,41% hasta el 1,39%; el de sus comparables alemanes, desde el 0,40% hasta el 0,38%; y el de los americanos, desde el 2,95% hasta el 2,93%. Quizás los bonos cotizaban el posible empeoramiento de la salud económica por la guerra comercial. 

En el mercado de materias primas, subida del crudo. El barril de Brent, de referencia en Europa, se anotaba un 1,42% hasta los 74,25 dólares. El de West Texas, de referencia en Estados Unidos, ganaba un 0,93% y rozaba los 70 dólares. La subida obedece a noticias que apuntan a una reducción de la producción de petróleo por parte de Arabia Saudí. Tampoco hay que perder de vista las nuevas sanciones de Estados Unidos contra Irán, así como la recomendación que ha hecho Trump a países y a empresas para que importen menos crudo de la República Islámica.