El Banco de España advierte del «alto riesgo» de las criptomonedas

Los dos organismos lanzan este aviso a la comunidad inversora un día después de que trascendiera que el fabricante de coches eléctricos Tesla ha invertido 1.500 millones de dólares en bitcoin y de que su fundador, Elon Musk, haya avanzado que su compañía aceptará el pago en esta criptomoneda para adquirir sus automóviles. Con esa noticia, la cotización del bitcoin subió más de un 17% en la jornada de ayer, desde los 32.275 euros hasta superar los 38.720. Comenzó el año 2021 en el entorno de los 23.450 euros por bitcoin. En cuanto a su cotización en dólares, esta mañana alcanza los 46.666 unidades de billete verde frente a los 28.840 en que comenzó 2021. Hace doce meses se movía en el entorno de los 10.000 dólares por bitcoin. Está subiendo como la espuma. Javier Molina, portavoz de eToro en España, pone el techo del bitcoin de momento en los 50.000 dólares. Pero, para este analista, la inversión de Tesla en esta criptomoneda «no debería ser motivo alguno de persecución de precios o entrada en el criptoactivo».

La CNMV y el Banco de España admiten que las criptomonedas y la tecnología que les da soporte «pueden ser elementos que dinamicen y modernicen el sistema financiero en los próximos años» pero, al tiempo, añaden que para valorar su validez como alternativa de inversión o su uso como medio de pago hay que atender que aún no existe en la Unión Europea un marco regulatorio que proporcione garantías y protección similares a las aplicables a los productos financieros.

Si bien se está negociando un reglamento a nivel comunitario para la emisión de criptoactivos, esta normativa no contempla que vaya a existir obligación de aceptar bitcoin o cualquier otra criptomoneda como medio de pago de deudas u otras obligaciones.

En el comunicado, los organismos advierten de que la inversión en criptomonedas tiene alto riesgo; que las más de 7.000 variedades existentes en el mercado son «instrumentos complejos, que pueden no ser adecuados para pequeños ahorradores», ya que su precio «conlleva un alto componente especulativo que puede suponer incluso la pérdida total de la inversión». Asimismo, avisan de que en el mercado existen productos derivados apalancados (con endeudamiento) vinculados a las criptomonedas que permiten invertir de una manera indirecta en ellas, circunstancia que, a ojos del Banco de España y la CNMV, «incrementa aún más su complejidad y la posibilidad de sufrir pérdidas superiores a la inversión inicial».

También advierten de que los precios de las criptomonedas se forman sin información pública que los respalde y sin mecanismos eficaces que impidan su manipulación. Ello puede estar detrás de una elevada volatilidad que, a ojos del Banco de España, hace que estos activos no cumplan adecuadamente las funciones de unidad de cuenta y depósito de valor, un riesgo que se suma a la escasa liquidez existente para deshacer una inversión: como su circulación entre inversores es limitada, puede haber problemas a la hora de encontrar contrapartida cuando se quiera realizar una transacción.

Esta reducida liquidez del bitcoin, explica Molina, ha empujado con tanta intensidad el precio al alza en las últimas horas: «En un entorno de baja liquidez, donde se estima que no hay más que unos cuatro millones de bitcoins en circulación plena, este tipo de noticias (la inversión de Tesla) atrae a nuevos compradores que, ante la ausencia de oferta, tiran el precio al alza».

Otros riesgos que señalan los organismos supervisores pasan por que en algunos casos los actores implicados en la emisión, la custodia o la comercialización de estos activos no están localizados en España e, incluso, no es posible su localización. Y, por ultimo, está el riesgo de robo, estafa o pérdida: «La pérdida o robo de las claves privadas puede suponer la pérdida de las criptomonedas, sin posibilidad de recuperarlas». Con respecto a esta última cuestión, The New York Times informaba hace unos días -con datos de Chainanalysis- de que de los 18,500 millones de bitcoin, alrededor del 20% parecen encontrarse en billeteras perdidas. Esta misma firma recibe setenta solicitudes al día de personas con necesidad de ayuda para recuperar sus inversiones en bitcoin.

Como activo de inversión, Chris Iggo, director de inversiones de AXA Investment Managers, explica: «Para que los activos se consideren en una cartera de inversión a largo plazo, uno debería ser capaz de atribuirles algún valor intrínseco fundamental: el crecimiento de las ganancias a largo plazo en la renta variable, la prima de riesgo crediticio en relación con las tasas libres de riesgo en los bonos. No hay flujo de caja de bitcoin más que el que es impulsado por el cambio de precio (que puede ser ampliamente negativo o positivo)». Por ello, para Iggo, el bitcoin es un «instrumento especulativo» y añade que su producción «es seriamente intensiva en carbono». «Yo consideraría 'invertir en'/comprar bitcoin de la misma manera que consideraría apostar en el Grand National, pero no como un activo serio a largo plazo», concluye Iggo.