Maroto prevé «meses duros» pero confía en recuperar el turismo antes del verano

La titular de Turismo confía en que para entonces esté vacunada entre el 30% y el 40% de la población española, así como de los principales países emisores de turistas (Reino Unido, Francia y Alemania), por lo que los flujos turísticos podrían ir recuperando una «paulatina normalidad», aunque reconoció que aún quedan «meses muy duros» para el sector.

«España sigue siendo el destino preferido de los turistas europeos, nuestra imagen en el exterior no se ha visto perjudicada por la pandemia y cuando se pueda volver a viajar, volveremos a ser líderes», aseguró Maroto. Pero hasta que llegue ese ansiada recuperación el Gobierno quiere «convertir la crisis en oportunidad» acometiendo una transformación del sector para mejorar el modelo turístico.

Para ello se invertirán 3.400 millones de euros de los fondos europeos con el objetivo de que España recupere su liderazgo turístico y se modernice hacia «un modelo de turismo más sostenible, digital, de mayor calidad, inclusivo y seguro», destacó la ministra. Hasta que el turismo vuelva a recuperar su fuerza, Maroto pidió establecer criterios homogéneos para la movilidad internacional segura, con las mismas pruebas covis previas a los desplazamientos, corredores turísticos entre los principales mercados emisores y Canarias y Baleares, así como la recuperación progresiva de frecuencias y rutas aéreas.

Durante su intervención, el secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés, reconoció los cuatro retos a los que se enfrenta el turismo en España. Por un lado la estacionalidad, ya que nuestro país concentra el 45% de las visitas internacionales entre junio y septiembre, lo que constituye una «debilidad» por la carga excesiva para los destinos implicados, por lo que apuesta por la desestacionalición con programas que apunten al turismo rural, deportivo y urbano.

En segundo lugar, la concentración, los espacios masificados. Y es que los destinos españoles que concentran 11 millones de visitas al año solo representan el 1% de nuestra población, por lo que hay que abrir el abanico hacia otras zonas potenciando el turismo cultural o gastronómico. Por otro lado la digitalización, porque el turista ahora está hiperconectado y hay que ir adaptándose a los cambios. Y, por último, una mayor competencia por lo que la apuesta de España debe ser por la calidad. A partir de ahora la «seguridad, la sanidad y la protección» del turista van a ser «elementos sustanciales» en el modelo, por lo que hay que basar el negocio en ello, destacó Valdés.