El Gobierno ajustará la retribución eléctrica para contener la escalada de la luz

El objetivo último es evitar que la subida del coste de las emisiones de CO2 (disparado de 19 a 52 euros por tonelada en el último año) suponga un encarecimiento de la electricidad como ya ha ocurrido en los últimos meses. Y eso pasa por acabar con los denominados 'beneficios caídos del cielo' que consiguen algunas empresas del sector bajo el actual sistema de fijación de precios.

Un sistema que se basa en subastas diarias en las que el precio de la electricidad se establece por el último cruce en el mercado para cubrir la demanda. El problema de es que la producción más barata, como la hidráulica o la nuclear, entra primero en la subasta (pool) y, si no queda cubierta la demanda, otro tipo de energía más cara entra para cubrir el 'hueco' (en estos últimos meses, los ciclos combinados que queman gas para producir electricidad, justo cuando el precio del gas y de los derechos de emisión de CO2 estaban disparados). Así, nucleares e hidráulicas se benefician de cobrar ese 'sobreprecio' final, más caro que lo que a ellas les cuesta producir.

El acuerdo de gobierno entre PSOE y Unidas Podemos ya contemplaba el fin de este exceso de retribución. Pero es ahora cuando el Ministerio de Transición Ecológica comandado por Teresa Ribera lo traslada al Consejo de Ministros para iniciar su tramitación. Al tratarse de un anteproyecto de ley, no es previsible que la norma entre en vigor en el corto plazo, por lo que los expertos anticipan que la tensión entre Gobierno y eléctricas, que verán perjudicados sus ingresos, se mantendrá en los próximos meses.

Así lo han reflejado también los inversores con un duro castigo bursátil a estas compañías, con caídas que han llegado a superar el 5% en Endesa y el 1,5% para Iberdrola. Aránzazu Bueno, analista de Bankinter, insiste en que «si finalmente se introducen y aprueban estos cambios, algunas empresas del sector se verían perjudicadas, especialmente las que tengan más exposición a energía hidráulica y nuclear. Son malas noticias para el sector, ya que pone de manifiesto la incertidumbre regulatoria a la que está sujeto».

Por su parte, en un informe sobre el sector, los analistas de Banco Sabadell calculan que la cifra de entre 800 y 1.000 millones de euros que tendría de impacto la medida representa casi el 5% del Ebitda del conjunto de las compañías. En concreto, y a falta de conocer los detalles y el importe de la minoración de esa parte del CO2 en el precio, consideran que la medida afectaría más a compañías como Endesa, por su mayor exposición a nucleares e hidroeléctricas sobre su resultado bruto de explotación (Ebitda), con cerca del 15% en 2020, frente al 8% de Iberdrola, el 5% de Acciona o el 4% de Naturgy.

Desde el Gobierno defienden que la medida abaratará el recibo de la luz, con una estimación de rebaja de al menos el 5%. La medida, de hecho, coincide con la brusca escalada del precios de la electricidad de este año que ha terminado con un mayo para la historia.

Tras el temporal de Filomena y la ola de frío posterior, la factura de la luz ya se disparó casi un 18,5%. Y, aunque bajó en febrero, abril y mayo han vuelto a ampliar el 'roto' de los hogares por esa subida experimentada en los precios del gas y del CO2.

En concreto, y según datos de Facua-Consumidores en Acción sobre la evolución de las tarifas semirreguladas (PVPC) este ha sido el mayo más caro de la serie histórica con una subida interanual del 45,4% en el recibo. En concreto, la asociación calcula que el usuario medio recibirá una factura de 82,13 euros, casi 26 euros más cara que hace un año.

Se trataría además de la cuarta factura más elevada a nivel histórico, tras los 88,66 euros del primer trimestre de 2012, los 87,81 euros de enero de 2017 y los 83,55 euros de septiembre de 2018.

La iniciativa del ministerio dirigido por Teresa Ribera coincide también con la llegada de la nueva factura eléctrica, que exigirá un cambio de hábitos de los consumidores encareciendo los precios en los horarios de mayor consumo.

Calviño insistía esta mañana que la medida rebajará el precio de la luz avanzando hacia un sistema que discrimine más según las horas. «Es un poco igual que cuando cogemos un billete de avión, que el precio varía según la demanda que hay en cada uno de los vuelos», defendía en una entrevista en la Cadena Cope.

«Es insultante que se le presente el mensaje de que si no usan los electrodomésticos de madrugada tú tienes la culpa de factura alta», critican desde Facua. «No se puede hacer responsable al consumidor de que su factura de la luz es cara porque no ha planchado o puesto la lavadora en los horarios más económicos, critica Facua, ya que «estos periodos coinciden precisamente con los momentos que deberían dedicarse al descanso».