Los flecos más técnicos ralentizan el aval de Bruselas al tope ibérico del gas

El proceso necesita muchos «ajustes» normativos, indican fuentes cercanas a esa operación. Aunque se descartan «trabas», sí que hay que actualizar «aspectos técnicos» para no dejar un resquicio al gran temor que tiene la Comisión Europea: una distorsión en el mercado energético europeo. La teoría dice que las interconexiones de la Península Ibérica con el resto de Europa son mínimas, apenas un 3% del total, según los últimos datos de Red Eléctrica. Y esa autonomía eléctrica -la conocida ya como «excepción ibérica»- es la que permitiría habilitar un mercado doble: el puramente interior, para España y Portugal; y otro al que se venda la luz al resto de Europa, aunque sea poca electricidad.

De hecho, entre las opciones que se están barajando para el documento final, se encuentra una posible obligación legal para restringir la exportación de electricidad a Francia, el territorio a través del cual penetran las redes ibéricas y conectan con el resto de la UE. Se trataría de aplicar algunas limitaciones en esa venta eléctrica. Aunque el cómo y el cuándo aún está por decidir.

De lo que no dudan en el Ejecutivo es de que finalmente el resto de socios autoricen esta limitación del gas. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recordó ayer que esta propuesta, en negociación, repercutirá en una rebaja de la factura eléctrica, y espera que esta medida pueda cerrarse cuanto antes con la Comisión. Mientras Europa estudia cómo cambiar todo el mercado eléctrico, la solución ibérica es temporal y estaría en vigor, según distintas fuentes consultadas, hasta finales de este año. Porque el mercado, ante las actuales perspectivas, no espera un otoño calmado en términos energéticos. Sobre los 'beneficios caídos del cielo' de las eléctricas, que en España se han recortado para rebajar la factura de la luz, Sánchez ha considerado «evidente» que existen, pese a que las eléctricas lo nieguen.

La propuesta hispano-lusa fijaba en 30 euros/MWh el precio máximo al que las centrales de ciclos combinados (las que utilizan gas para producir luz) podrán ofertar su energía en su mercado. La habilitación para ese límite fue lo que permitió el último Consejo Europeo de finales de marzo. Pero sin fijar precios. Esa es la referencia más parecida a los 20 euros/MWh en los que cotizaba hace un año antes de que comenzara la crisis de precios.

Si el límite al gas provocara una caída en el precio eléctrico de forma constante hasta el entorno de los 100 euros/MWh, la factura media de 100 euros de marzo para un consumidor acogido a la tarifa regulada (PVPC) descendería hasta un 35%.

Pero para que los ciudadanos vean reducida su factura de la luz aún queda tiempo. «Yo pediría tranquilidad y paciencia», indicó Ribera tras el primer aval del Consejo, con las más que claras reticencias de Alemania o Países Bajos. Una vez obtenido, el Consejo de Ministros aprobará un decreto con la medida. Solo después el límite del gas comenzaría a aplicarse, y sería a lo largo de mayo cuando el coste de la luz también debería descender, en el mejor de los casos.

La única cita certera en el calendario antes de final de mes es la del 27 de abril. Entonces, está prevista la reunión del colegio de comisarios europeos, un encuentro en el que previsiblemente abordará la autorización del plan ibérico.

Mientras tanto, el precio medio de la electricidad en el mercado mayorista se mantiene en un entorno bajo tras los récord de marzo. Para hoy marca 112 euros/MWh. Es un 8,6% superior al de este lunes, cuando descendió a su mínimo de 2022, en los 103 euros. En cualquier caso, el precio de la luz de hoy será un 42% superior a los 79 euros/MWh de hace un año, cuando los costes comenzaron a estar disparados frente a los registrados en pandemia.