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Valladolid
Sábado, 16 de mayo 2020, 12:37
La frontera hacia una nueva realidad marcada por el coronavirus todo lo toca y genera un pernicioso círculo económico, con una falta de actividad que obliga a poner sobre la mesa recursos a las administraciones que ven como sus ingresos se desploman por falta de ... recaudación. La pescadilla que se muerde la cola.
Los últimos datos publicados por la Agencia Tributaria constatan ya un parón recaudatorio en marzo, cuando se pasó de crecer a un ritmo de dos dígitos entre enero y febrero a entrar ya en números rojos. Sin embargo, será con los datos de abril cuando se constate el impacto tributario de la pandemia y llegará la hecatombe, ante la hibernación económica que se decretó a mediados de marzo y las medidas aprobadas por el Gobierno para aplazar los abonos del IRPF y el IVA hasta este mes de mayo.
Las cifras que maneja la Agencia Tributaria indican que durante el tercer mes del año se recaudaron en Castilla y León, 99,75 millones de euros, lo que supone un descenso del 2,7 por ciento, respecto al mismo periodo de 2019. Este dato contrasta con el avance del 11,5 por ciento registrado entre enero y marzo, cuando se ingresaron 1.034,3 millones. Los datos de la Comunidad contrastan con una evolución aún muy positiva de la media autonómica, donde la recaudación creció un 15,9 por ciento, hasta los 9.507,7 millones.
El consumo, gravado por el IVA, y la actividad empresarial, por el Impuesto de Sociedades, fueron los responsables de esta merma en la recaudación, ya que el IRPF, que marca los rendimientos del trabajo, creció de forma importante respecto a 2019.
En concreto, y siempre con las cifras de la Agencia Tributaria, el Estado registró una recaudación negativa por IVA, de 11,92 millones de euros, cuando un año antes permitió ingresar 763.000 euros. Asimismo, el Impuesto de Sociedades supuso unos ingresos para las arcas estatales en la Comunidad, por 3,6 millones de euros, que representan una bajada del 34,8 por ciento, en comparación al dato del año anterior.
Por el contrario, las cifras del IRPF salvaron los muebles y permitieron minorar el dato negativo, ya que se ingresaron a través de este tributo, un total de 100,44 millones de euros, lo que representa una importante subida en relación a la cantidad contabilizada en marzo de 2019, del 21,3 por ciento.
Cabe destacar también que la recaudación de los Impuestos Especiales tuvo un mal comportamiento en la Comunidad en marzo y se prevé una profunda recesión en abril, ante el desplome del consumo de combustibles. En concreto, la Agencia Tributaria recaudó a través de estos tributos 4,08 millones de euros, frente a los 4,95 millones del año anterior por las mismas fechas, lo que indica una contracción del 17,6 por ciento.
Tampoco tuvo un buen comportamiento el tributo que grava el Tráfico Exterior, que supuso una recaudación de 1,01 millones de euros, para el Estado, que suponen una importante rebaja respecto al año 2019, del 35,6 por ciento.
Por último, el Capítulo II I(tasa radioeléctrica, recargo de apremio, intereses de demora y sanciones tributarias), también siguió una línea descendente, y la recaudación de 2,08 millones de euros, representó una bajada respecto a 2019, del 39,2 por ciento.
Los datos globales de recaudación tributaria en Castilla y León revelan un comportamiento muy dispar por provincias. La entrada negativo de los datos de ingresos del Estado en la Comunidad, llegó de la mano, sobre todo, de Valladolid y Segovia junto a Soria y León en menor medida, mientras que el resto de territorios de la Comunidad experimentaron crecimientos.
En datos concretos, la recaudación en la provincia vallisoletana se situó en los 6,4 millones de euros, cuando un año antes alcanzó los 13,5, lo que supone un desplome del 52,5 por ciento. Asimismo, en la provincia segoviana se alcanzaron unos ingresos de 4,2 millones, con una reducción del 48,3 por ciento.
En negativo también estuvieron Soria y León. La provincia soriana alcanzó una recaudación de algo más de seis millones, con una merma respecto al año anterior en marzo, del 4,6 por ciento; y la leonesa, por su parte, permitió unos ingresos al Estado, de 14,4 millones, una décima por debajo de los valores en 2019.
Por el contrario, la recaudación tributaria en Zamora subió un 36 por ciento, hasta los 4,7 millones de euros; en Salamanca, un 28,1 por ciento, con 16,1 millones; en Ávila, un 23,5 por ciento, hasta los 3,1; y en Palencia, un 23,4 por ciento, que supone alcanzar los 14,6 millones. Por último, los ingresos del Estado en Burgos, se incrementaron en marzo un 1,3 por ciento, hasta los 29,89 millones de euros.
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