La pandemia aún se deja sentir con todo su rigor. Pero muchas voces advierten de que España debe preparar ya un plan de consolidación fiscal. Una de ellas es la de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Esta semana, su presidenta, Cristina Herrero, ha ... insistido en esa idea en la Comisión de Reconstrucción: «La incertidumbre no puede ser una excusa para un ejercicio de planificación presupuestaria». Aunque reconoció que a corto plazo lo necesario sigue siendo el impulso de la actividad.
Publicidad
Porque preparar la consolidación fiscal, los posibles recortes y las eventuales subidas de impuestos, no significa que se deba aplicar de inmediato. Desde el FMI, incluso, esta semana se afirmaba que el aumento del déficit y de la deuda «es lo adecuado en este momento». Avisaba de que será una vez se supere la crisis cuando el país tendrá que ajustarse.
La incógnita es cuándo se presentarán y llegarán –o deberían presentarse y llegar– esos temidos ajustes y qué forma adoptarán. Desde Fedea apuntan que si bien conviene que el camino hacia la consolidación se haga explícito en el proceso de elaboración del presupuesto de 2021 –es decir, este otoño–, las medidas no deberían aplicarse hasta 2022.
María Jesús Fernández, economista senior de Funcas, está de acuerdo: «Ahora no es el momento de hacer ajustes y probablemente el año que viene, tampoco. 2021 debería ser de contención, pero no de ajuste». «Ahora, aunque no se pongan todavía las medidas en práctica, sí es importante contar ya con un plan de varios años en el que se especifique con cierto detalle el objetivo de recorte del déficit estructural –medio punto al año, por ejemplo– y con qué medidas se logrará», continúa Fernández.
Javier Ferri, investigador de Fedea, añade que también se puede marcar una ratio para determinar a partir de cuándo comenzará la austeridad. Y sugiere que se emplee el PIB per cápita: los ajustes llegarían cuando recupere niveles cercanos a los previos a la Covid-19.
Publicidad
Santiago Carbó, catedrático de Cunef, afirma que si bien a corto plazo el Estado tiene que gastar «todo lo que se pueda», añade que el Ejecutivo ahora podría comenzar con la evaluación de las políticas públicas con el objeto de mejorar la eficiencia del gasto estatal y sus efectos sobre el crecimiento económico. A ello se puede sumar un buen diseño de las inversiones que se realizarán con los fondos europeos, como defiende Ferri, con la misión de poner unas bases sólidas al crecimiento económico de largo plazo, un factor esencial que contribuirá a asegurar la sostenibilidad fiscal.
Además de realizar mejoras en la Administración y su eficiencia en el gasto, Fernández afirma que «se deberían tocar las pensiones y los salarios de los funcionarios». Carbó señala la necesidad de hacer sostenibles las pensiones, pero no con «hachazos».
Publicidad
En materia impositiva, hay discrepancias. Si bien Fernández y Carbó opinan que ahora habría que tener cuidado con las subidas de impuestos, Ferri discrepa y advierte de que «no nos vamos a poder librar de subidas de impuestos este año y el que viene». Anticipa un recargo transitorio sobre el IRPF para hacer frente a los efectos fiscales de la pandemia. Con vistas al más largo plazo, cree que hay que abordar una reforma del sistema tributario, analizando la eficacia del mix de impuestos, la integración de diferentes figuras tributarias o la eliminación de deducciones para elevar los tipos efectivos, lo que es menos distorsionador que la subida de los tipos marginales.
Fernández y Carbó, que abogan por retrasar las subidas de impuestos a partir de 2022, prevén entonces incrementos en IRPF y en el IVA, si bien Fernández desaconseja tocar Sociedades. El catedrático de Cunef defiende que hay que alcanzar la «suficiencia fiscal» y ello requiere «incrementar la recaudación en decenas de miles de millones de euros».
Publicidad
La dimensión del ajuste y la rapidez con que se presente la senda hacia la sostenibilidad fiscal dependerán, según señala Santiago Carbó, catedrático de Economía en Cunef, del rigor que se exija desde Bruselas. Por el momento, se ha impuesto la flexibilidad fiscal con la suspensión del Plan de Estabilidad y Crecimiento y el diseño de un programa de reconstrucción. Y el Banco Central Europeo, con sus compras de bonos, mantiene la prima de riesgo contenida y por debajo de los cien puntos básicos. Pero todos éstos son instrumentos coyunturales, no estructurales. En algún momento el BCE dejará de inyectar liquidez.
La clave detrás de la necesidad que se observa de que el Gobierno, preferiblemente con el acuerdo de la oposición y los agentes sociales, prepare un calendario de objetivos y medidas, reside, precisamente, en evitar que los mercados se pongan nerviosos y duden de la sostenibilidad de la deuda española. Ya que es en los mercados donde el Tesoro tiene que financiarse.
De momento, el emisor español está colocando sin problemas su deuda. De acuerdo con Javier Ferri, investigador de Fedea, los inversores, si bien son conscientes de que España es uno de los países más afectados por la pandemia debido a su estructura sectorial, descuentan y valoran positivamente las medidas que se han adoptado para contener la crisis, por lo que no cree que se castigue a la deuda española por ello.
Para Carbó la clave está en el otoño: en la posibilidad de un rebrote cuando la economía no haya recuperado el ritmo y si no hay un plan en firme para distribuir los fondos del plan de reconstrucción europeo. En ese caso, anticipa tensión financiera. Pero, de no darse esas circunstancias, el país se puede librar de ser objeto de la especulación: «Si tienes un proceso de crecimiento y existe la percepción de que el Gobierno camina hacia un mayor rigor fiscal, entonces el mercado no se pondrá nervioso», asegura Santiago Carbó. Pero, según insiste María Jesús Fernández, de Funcas, España tiene que hacer un esfuerzo por controlar el déficit estructural, lo que se corrige con un plan que busque una reducción estructural de los gastos y un incremento del mismo calado de los ingresos públicos.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.