Google responde al impuesto digital con una subida de precios del 2%

En el comunicado remitido a los clientes, la compañía deja claro que este recargo se aplica a los anuncios servidos en España, «con independencia del lugar en que el anunciante tenga su sede principal». Por ejemplo, una compañía estadounidense que se publicita en España podría registrar cargos adicionales en su factura.

«Este recargo cubre parte de los costes asociados al cumplimiento del Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales en vigor en España. Ya hemos implementado recargos similares en Reino Unido (un 2%), Austria (un 5%) y Turquía (un 5%) desde el 1 de noviembre de 2020», indican en el documento.

De este modo, la tasa digital aprobada por el Ejecutivo de coalición y que entró en vigor el pasado enero, repercutirá directamente a los clientes de Google. Es decir, a las empresas que busquen publicitar sus productos en uno de los buscadores más populares del mercado. Lo mismo ocurrió hace unas semanas con Amazon, que a principios de año decidió aplicar un recargo del 3% a sus clientes a partir del 1 de abril.

Desde Google señalan que «este cargo adicional tiene por objeto cubrir parte de los costes asociados al cumplimiento de los Impuestos sobre Servicios Digitales en vigor en España».

Recuerdan, además, que eso no implica que no vayan a pagar «todos los impuestos que nos corresponden tanto en España como en el resto de países en los que operamos», alentando a los gobiernos a nivel global «a llevar a cabo una reforma fiscal internacional en lugar de implementar impuestos unilaterales«.

Google ha explicado a sus clientes que la compañía paga la gran mayoría de los impuestos en su país de origen, Estados Unidos, «pero también en todos los países donde operamos, de conformidad con la normativa vigente». En este sentido, recuerdan que su tipo impositivo efectivo global durante los últimos diez años ha estado por encima del 20%, en línea con el promedio de la OCDE.

Desde el departamento de análisis de Bankinter explican que para entender de dónde viene este impuesto a las grandes tecnológicas, que también afecta a firmas como Apple o Facebook, es importante recordar que estas multinacionales llevan tiempo en el punto de mira al considerar que han desarrollado esquemas sofisticados para diluir su actividad entre varios países y, por ende, su factura fiscal. «De hecho, la Comisión Europea estima que estas empresas pagan menos de la mitad de la tasa efectiva de las compañías con modelos de negocios tradicionales: el 9,5% frente al 23,2%», indican los expertos.