Secciones
Servicios
Destacamos
Las familias españolas han convertido el colchón financiero acumulado durante la pandemia en una de las principales herramientas para hacer frente al actual escenario de subida de los tipos de interés. El Banco de España ha detectado que en los últimos tiempos los hogares se ... han visto abocados a tirar de esas reservas para amortizar sus hipotecas variables, en un intento de esquivar el encarecimiento de las cuotas ante el repunte del euríbor.
El indicador al que están referenciados este tipo de préstamos ha pasado en apenas un año de cotizar en negativo a rozar el 4%, absorbiendo la subida de los tipos de interés que el Banco Central Europeo (BCE) ha acometido en su lucha contra la inflación. De hecho, todo apunta a que el indicador mantendrá la tendencia alcista ante la próxima reunión del organismo monetario que se celebra este jueves, en el que previsiblemente habrá otra subida de tipos de 25 puntos básicos, que se ampliaría en otros 25 en julio antes de dar por finalizado el ciclo de subidas.
«Con la revisión anual de los tipos de interés de los préstamos variables, los hogares han aprovechado el ahorro acumulado durante la pandemia para reducir el capital de sus préstamos o renegociar sus préstamos», coinciden los analistas de BBVA Research. Según los datos que maneja el servicio de estudios, este tipo de operaciones pasaron de una media de poco más de 4.500 millones de euros entre mayo y diciembre de 2021 a casi 6.000 millones en el mismo periodo de 2022.
Y el Banco de España constata que esta tendencia se extenderá en los próximos meses. «Los hogares habrían destinado una parte creciente -aunque aún reducida- del ahorro extraordinario acumulado a la amortización de préstamos contraídos en el pasado para la compra de vivienda», insiste el supervisor. De hecho, en 2021 y, sobre todo, en 2022, las amortizaciones ya fueron, en relación con la renta bruta disponible, superiores a las observadas en 2019, antes de la pandemia.
El Banco de España estima en su análisis que ese colchón extra derivado del parón de la actividad económica durante la pandemia alcanzaba a finales de 2022 los 100.000 millones de euros, un 14% de la renta bruta disponible. Eso sí, la institución ya ha advertido en diversas ocasiones que el entorno inflacionista ha provocado un 'efecto carcoma' sobre esas reservas, erosionando en más de un 10% el poder adquisitivo de los fondos.
De esa cifra de ahorro extraordinario, unos 50.000 millones siguen en efectivo y depósitos bancarios. Activos financieros muy líquidos que siguen siendo el principal destino del colchón de las familias. ¿El problema? Que en el actual entorno, el Banco de España no espera que esa bolsa de ahorro proporcione un impulso «muy significativo» al consumo de los hogares -uno de los principales motores del PIB- en los próximos trimestres, debido precisamente a la necesidad de usar parte de esos recurso al pago de las duedas ante la subida de los tipos de interés.
«El repunte significativo que se ha observado en el coste de la deuda en los últimos trimestres podría incentivar a los hogares a destinar una mayor proporción del ahorro acumulado a la amortización de préstamos en lugar de a otros usos alternativos, en línea con lo observado recientemente, y favorecer el desplazamiento desde los activos más líquidos hacia otros con mayor rentabilidad», concreta el Banco de España en su análisis.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.