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Finalmente no será el próximo 1 de abril cuando los 11 millones de hogares que tienen contratada la tarifa regulada de luz tengan que adaptar sus hábitos a los seis nuevos tramos horarios que marcarán la factura eléctrica. El Ministerio de Transición Ecológica ha puesto ... una nueva fecha sobre la mesa, el 1 de junio. A partir de ese momento está previsto que entre en vigor la nueva estructura del recibo energético con el que se pretende adaptar el consumo para intensificarlo en las horas valle y evitar un uso mayor en las puntas.
A partir de ese momento, la nueva realidad será aún más visible en el recibo: habrá tres grandes periodos horarios, distribuidos en seis tramos a lo largo del día, en los que el precio de la luz variará. Desde Transición Ecológica apuntan que se han registrado retrasos en varias áreas que han obligado a posponer estos planes.
El reloj se convertirá en el mejor aliado de los hogares a la hora de rascar algunos euros en la factura, sobre todo en las temporadas de mayor consumo (verano e invierno). Las franjas en las que el precio estará más barato serán las madrugadas, mediodías y última hora de la noche. Será más recomendable consumir electricidad desde la medianoche a las 08.00 horas del día siguiente; y después de la cena, desde las 22.00 a las 00.00 horas. El coste será intermedio a primera hora (entre las 08.00 y las 09.00 horas) y a mediodía (desde las 14.00 hasta las 18.00 horas). Y finalmente, el precio repuntará durante las mañanas (de 09.00 a 14.00 horas) y las tardes (entre las 18.00 y las 22.00 horas).
La propuesta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) también contemplaba la posibilidad de elegir entre dos tramos de potencia instalada. En el 'valle', la potencia será menor y el precio más competitivo. En el periodo 'punta' será mayor, pero la factura podría dispararse. Con todos estos cambios, el ahorro estimado por el organismo puede llegar al 50%. Pero hay que tener en cuenta que no es una rebaja de la mitad de la factura. ¿La razón? El recibo de la luz está estructurado por el precio que se paga por el uso real y una parte fija que se abona en concepto de impuestos como el del IVA o el de la Electricidad y que llega a alcanzar el 40 % de la factura. Estos cambios afectarán en exclusiva a quienes tengan contratado el precio regulado.
Hasta ahora solo hay dos posibilidades de facturación con la tarifa PVPC (Precio Voluntario del Pequeño Consumidor): la nocturna (un precio inferior desde las 22.00 hasta las 12.00 horas del día siguiente); o mantenerse acogido a las variaciones horarias de la tarifa regulada, independientemente de la hora del día en que se consuma.
Con el nuevo sistema, que no afecta a los 15 millones de usuarios con tarifas libres -los habituales 'pack' o precios fijos mensuales-, las organizaciones de consumidores no tienen claro que los usuarios vayan a ahorrar en sus recibos.
La OCU calcula que para un hogar medio con tarifa regulada PVPC, que tiene contratados 4,6 kilovatios (Kw) de potencia y consume 3.500 kilovatios/hora (Kwh) al año el impacto será casi inapreciable: una reducción del 0,7%, que equivale a cinco euros de ahorro al año. Los hogares que hasta ahora disfrutaban de la tarifa con discriminación horaria (la nocturna) perderán esta ventaja y verán cómo se incrementará su factura en un 9,3%, que suponen pagar 58 euros anuales más, excepto los que tienen acumuladores para calefacción que concentran mucho consumo durante la noche. Estos usuarios deben tratar de bajar mucho la potencia durante el día para obtener un ahorro que les compense la subida del precio de la energía. Las segundas residencias y las casas vacías salen beneficiadas, ya que pagarán menos de término fijo y el encarecimiento del precio del Kwh consumidor no les afectará.
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