«Se dan las condiciones para un recibo de luz más barato»

–Las críticas a la presencia de Enel y el dividendo que se embolsa siguen siendo habituales, sobre todo cuando sube la luz.

–Nos llevaríamos más de una sorpresa si nos fijáramos en el accionariado de otras compañías del sector y viéramos que están más controladas desde fuera que desde dentro. En cualquier caso, es un debate discriminatorio. Lo que define la posición de Enel, en nuestro caso, es el compromiso con el país y lo que está haciendo. YEndesa es la energética que más invierte en España, la que más impuestos paga, la que más empleados tiene y con la que más proveedores trata. Si decimos que porque seas extranjero no obtengas un dividendo, hundimos la economía. Pagábamos el 100% de 'pay-out' y cuando hemos empezado a elevar las inversiones, lo bajamos al 70%.

–¿Cree que el Gobierno debe vetar una OPAextranjera como la de IFM sobre Naturgy?

–Soy partidario del mercado y los gobiernos tienen las herramientas de control suficiente para manejar esto. Aunque lo que decida al final me parecerá bien.

–¿Cómo evoluciona su transición de carbón a renovables?

–Lo hemos hecho cuando teníamos que hacerlo. Endesa fue fundamental para vertebrar España y crear empleo con centrales como el carbón, pero ahora eso se ha acabado desde un punto de vista medioambiental y económico. También decidimos adentrarnos en la digitalización en un mercado maduro como el ibérico. Tanto la transición energética como esa digitalización van a necesitar inversiones con mucho dinero, lo que nos convertirá en una empresa líder.

–¿Siguen encontrando resistencias a esos cierres del carbón?

–En lugares como León, Teruel y otros, Endesa ha creado muchísima riqueza. Cuando cierras, se produce una preocupación grande. Pero queremos seguir comprometidos con esas zonas. Debemos pensar cómo mitigar el impacto y qué podemos aportar. Por eso planteamos la sustitución del carbón que cerramos por la instalación de renovables.

–¿Y las nucleares? ¿Cerrarán según el calendario de 2035?

–Está recogido en el protocolo que firmamos con otras compañías y el Gobierno. Si se cumple el Plan de Energía y Clima, no hay ni ninguna razón ni para adelantar ni para retrasar esos cierres. Eso sí, si el negocio se vuelve inviable porque se hunden los precios o se ponen más tasas e impuestos, y es insostenible, entonces habría que adelantarlo. Y al contrario: si se desarrollan los planes de bombeo, baterías y solar térmica de cara a 2030, no habrá ningún problema. Pero si no avanzan, habrá que replantearse si hay que cerrar las nucleares en el calendario o no.

–¿Prevé cambios en la imposición de las nucleares?

–Hay cuestiones a resolver, como las tasas autonómicas de Cataluña y Extremadura, que afectan a nuestras centrales allí. Creemos que son inconstitucionales y además suponen un coste extra de cinco euros por cada megavatio/hora que producen.

–Esos costes del mercado provocaron en enero un auge de precios nunca vistos. ¿Realmente no se puede hacer nada para evitar esto y bajar la factura?

–En 2020 el precio del mercado regulado fue el más bajo de la historia por la caída de las materias primas y el consumo. En enero subió de forma puntual por muchas causas técnicas. Pero también hay que recordar que la factura contiene conceptos que serían prescindibles en un 50%. No se puede prescindir de todos ellos, pero sí bajarlos, como el IVA del 21%; el impuesto de generación del 7%; o el extracoste de las renovables de la burbuja de 2008. Lo que no hay aquí son ganancias caídas del cielo, como se critica, y sí un modelo de precios como en toda la UE que dejará de tener sentido cuando todo sea renovable. Por ahora, creo que se dan las circunstancias para avanzar hacia un país más electrificado en la lucha contra el cambio climático y para facilitar una tarifa atractiva para todos, tanto empresas, industrias y hogares. Poco a poco se irán quitando cargas del recibo y poco a poco iremos ampliando renovables, que son cada vez más baratas. Esas son las circunstancias para aspirar a tener una energía más limpia y con precios competitivos.

–¿Qué planes de inversión verde tiene Endesa?

–De los 25.000 millones de euros incluidos en el Plan Estratégico, 10.000 millones serán para renovables hasta 2030, lo que supondrá la instalación de unos 15.000 megavatios. También tratamos de aprovechar lo bueno que tienen las baterías o el hidrógeno verde. En cualquier caso, los Fondos para la Recuperación serán fundamentales. En nuestro caso, tenemos 110 proyectos y 19.000 millones previstos. Hay que tener en cuenta que este plan europeo no es para paliar las consecuencias de la crisis sino para avanzar hacia un futuro más económicamente potente.

–El sector no para de anunciar compras. ¿Endesa crecerá solo de forma orgánica?

–Sí, aunque tenemos balance para acometer una adquisición si quisiéramos. Pero se tienen que dar muchas circunstancias para que creen valor para los accionistas. Hemos visto adquisiciones menores de renovables y carteras de clientes en las que hemos estado interesados pero llegamos a la conclusión de que hay un cierto atractivo del mercado español y también una cierta burbuja. Se pagan cantidades elevadas y no tiene sentido.

–Cada vez hay más pequeñas comercializadoras que les va quitando cuota de mercado. ¿Esta tendencia seguirá así?

–La competencia siempre es buena. Pero también es verdad que hay algunas firmas que entran al mercado y no tienen vocación de permanencia, solo compran carteras de clientes para después venderlas con plusvalías y por eso ofrecen precios difícilmente sostenibles. Pero en Endesa creemos que la única forma de poder seguir liderando es aportando valor, como con la digitalización y tarifas y servicios adaptados con los que conseguimos también fidelizar a nuestros clientes.