Naturgy gana 1.400 millones y admite el impacto de los recortes de la CNMC en sus inversiones

El presidente de Naturgy, Francisco Reynés, destacó ayer en la presentación de resultados anuales la senda que han tomado los resultados tras anticipar el año pasado «una mejora sustancial a medida que avancemos en la ejecución del plan estratégico». De hecho, el beneficio neto ordinario de la energética fue de 1.432 millones, un 15% más que en 2018, impulsado por la reducción del perfil de riesgo y los progresos en su plan de eficiencia. Además, el resultado bruto de explotación (Ebitda) se situó en 4.562 millones, un 13,5% más. Sus acciones se han revalorizado un 1,6% en Bolsa.

La corporación, que con estos resultados avanza en la consecución de su plan estratégico 2018-2022, invirtió 1.700 millones el año pasado, de los que más de un tercio se destinaron a renovables. Así, ha incrementado su capacidad 'verde' instalada en casi un 22%, hasta 5.000 megavatios (MW) a nivel global.

Sin embargo, la corporación aún se encuentra pendiente de la aprobación definitiva de las circulares que contienen la nueva retribución al sistema gasista, propuestas recientemente por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), y que suponen un recorte de las cuantías que percibe Naturgy anualmente a través de la parte fija del recibo del gas. Tan relevante es esta cuestión que Reynés ha anticipado que el grupo «adaptará su nivel de inversión» a la retribución que reciba. «En función de cuál sea el resultado final de esa circular», que ahora tiene que pasar por el Consejo de Estado, «decidiremos cuáles son las decisiones que tenemos que tomar». Es «un problema», apunta Reynés, que deben gestionar.

También se ha referido a la situación por la que atraviesan las centrales de ciclos combinados, que aportaron un 21% de toda la energía al 'mix' del sistema. El presidente de Naturgy ha apuntado que el periodo medio de uso de estas plantas es de un 20% con respecto a su capacidad máxima, por lo que ha insistido en pedir un régimen de remuneración de capacidad, que compense su inactividad durante largas etapas del año. «Hemos dejado de percibir unos 40 millones al año por estos pagos por capacidad», indicó.

En lo que respecta al dividendo, la energética mantiene su compromiso de una remuneración total de 1,37 euros por título para sus accionistas con cargo a los resultados de 2019. Para ello, desembolsará un dividendo complementario de 0,6 euros a pagar el próximo mes de marzo, una vez sea aprobado por la junta general de accionistas.

En lo que se refiere al plan de eficiencias lanzado por el grupo, ha generado ya unos ahorros acumulados de costes de 380 millones de euros recurrentes al año, una cifra por encima de los objetivos inicialmente planteados. Esto se ha debido a las más de 250 medidas en marcha que incluyen, entre otras, la digitalización, la reubicación de oficinas o los acuerdos firmados con Telefónica, IBM o Everis para optimizar las operaciones y procesos del grupo. La energética presidida por Francisco Reynés prevé durante este ejercicio 2020 alcanzar los compromisos establecidos para 2022 en esta materia de 500 millones de euros anuales de reducción de costes.