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Turbulencias en la cúpula de Indra. El Gobierno ha forzado el cese de Fernando Abril-Martorell como presidente de la compañía, cuyo mandato terminaba este año. En concreto, la propuesta llega desde la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que es el principal accionista del ... grupo de tecnología y defensa con un 18% de su capital.
La filtración de la noticia ha obligado a la compañía a emitir, al cierre del mercado, un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), después de que su cotización se haya vist resentida con un desplome de casi el 8% que ha comenzado justo después de las primeras informaciones que apuntaban al cese del directivo.
En el documento, Indra confirma que la SEPI ya había trasladado «su intención de promover un relevo en la presidencia», así como «su deseo de dar inicio a una nueva etapa» en el grupo. Sin embargo, también explica que el consejo no ha tomado ninguna decisión definitiva al respecto.
En este sentido, Indra ha acordado retrasar hasta el próximo 30 de junio su próxima junta general de accionistas, en segunda convocatoria. La salida del directivo se produce, además, tras cerrar un duro proceso de ajustes que la compañía inició el pasado año y que le costó fuertes tensiones no solo con los sindicatos, sino con el propio Ejecutivo de Pedro Sánchez, donde se temía el daño reputancional ante una empresa con participación pública que se sumaba a la ola de despidos derivados de la crisis.
Tal fue así, que Indra optó finalmente por las prejubilaciones y salidas voluntarias frente al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) inicialmente previsto. Tras un duro 2020, el grupo logró un beneficio de 22 millones de euros en el primer trimestre de este año, cuadriplicando el resultado del mismo periodo del año anterior. A finales de marzo, tenía la mayor cartera de proyectos de su historia con 5.322 millones de euros en proyectos.
Abril-Martorell pone así fin a casi seis años al frente de Indra, una compañía que sin duda está destinada a ponerse al frente de la recuperación por su marcado perfil tecnológico que encaja a la perfección con la llegada de los fondos europeos al país. Antes de llegar a la presidencia en 2015 para sustituir a Javier Monzón, el directivo había sido director financiero y consejero delegado de Telefónica y, más adelante, consejero delegado de Credit Suisse España y Portugal.
Su mandato se ha caracterizado por un mayor impulso internacional a la labor de la compañía y también por una apuesta por la prestación de servicios digitales, campo donde Indra adquirió Tecnocom o la firma de ciberseguridad SIA, y en el que se ha creado Minsait, la filial asociada a este ámbito.
Entre los proyectos que no fructificaron durante la gestión de Abril-Martorell al frente de Indra se encuentra el intento de compra del fabricante de motores de aeronaves ITP Aero, que hubiera sido transformador para la compañía. Esta misma semana ha anunciado junto a Enaire el proyecto Startical para lanzar una constelación de 200 satélites que gestione el tráfico aéreo de manera más eficaz.
En el accionariado de la compañía conviven con la SEPI otras empresas con porcentajes relevantes como Corporación Financiera Alba (9,9%) y Fidelity, que cuenta con un 9,8%, o Norges Bank, la gestora de activos de Banco Santander o T Rowe Price Associates con porcentajes alrededor del 3%, según consta en la documentación pública de la compañía.
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