La industria quiere que España muestre su «amistad» con el automóvil para atraer más modelos

Todo el sector de la automoción ha solicitado a las administraciones «seguridad jurídica» y «homogeneidad normativa», por lo que han pedido a los políticos que «cuenten hasta tres» antes de hacer declaraciones, tal y como ha indicado el presidente de la patronal de fabricantes (Anfac), José Vicente de los Mozos, al apuntar incluso la necesidad de que la economía sea «'friendly'» con la automoción, porque lo importante, a su juicio, es que «las casas matrices no nos consideren que somos un país que ataca al automóvil».

El también presidente de Renault en España ha insistido en «dar seguridad jurídica a las multinacionales», que son las que van a decidir en los próximos meses qué modelos se fabrican en cada uno de los territorios donde están presentes. De los Mozos ha destacado «el milagro español» al recordar que sin la presencia de ninguna gran marca en el país -la mayoría se encuentran en Alemania, Francia, Estados Unidos o Japón- «debemos seguir siendo el segundo fabricante europeo».

También en esos términos de visibilidad se ha pronunciado el presidente de Gestamp, Francisco Riberas, al insistir en que la economía tiene quedar «un mensaje al mundo para ser un país de referencia en la futura fabricación de modelos eléctricos e híbridos». Para Riberas, ese llamamiento solamente se conseguirá con medidas que otorguen «seguridad jurídica, laboral y fiscal». Por eso, se ha referido a los ERTE como un «mecanismo fundamental» que fue «bien negociado» por empresas, sindicatos y Gobierno y que ha permitido al automóvil mantener el empleo. «Es necesario una prórroga de los mismos y una flexibilización hasta que la demanda alcance niveles suficientes», ha reivindicado. «Si no es así -ha apuntado- perderemos cuota de mercado» y por lo tanto miles de puestos de trabajo. Por eso, ha insistido aplicar «recetas simple y rápidas», una vez aprobado el plan del Ejecutivo, «en en vez de realizar reflexiones sobre si debemos cambiar el modelo económico», como apuntan algunos partidos políticos.

Así se ha pronunciado también el presidente de la patronal de concesionarios (Faconauto), Gerardo Pérez: «Los ERTE de fuerza mayor fueron un hito para el mantenimiento del empleo. Pero ahora necesitamos una ampliación hasta diciembre para poder desarrollar una incorporación gradual de los empleados», ha afirmado.

Por su parte, la presidenta de Sernauto, María Elena Antolín, ha exigido «rapidez» a la hora de poner en marcha todas las medidas anunciadas, porque «estamos a tiempo de actuar ya para evitar» una pérdida de empleo directo que podría alcanzar entre el 6% y el 10% en la automoción. «La rapidez es la clave para recuperar el mercado y atraer nuevos modelos a España», ha indicado durante su intervención en el foro empresarial. «Estamos rivalizando con otros países, por lo que debemos ser muy rápidos y hay que trabajar en la reconstrucción para no perder nuestra posición industrial».

El presidente de Ganvam, Raúl Palacios, ha puesto sobre la mesa la posibilidad de «subvencionar» la incorporación de trabajadores a las empresas de la automoción con una renta de cuatro meses a cargo del Estado, a los que se unirían otros cuatro meses de compromiso de las compañías para mantener ese puesto de trabajo, hasta que alcancemos la recuperación económica. «¿No es mejor subvencionar un puesto de trabajo que una renta vital?», se ha preguntado en su intervención.