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El fondo IFM da un nuevo paso en la operación con la que pretende hacerse con hasta un 22,69% del capital de Naturgy. En un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, ha confirmado que acepta todas las condiciones impuestas por el ... Gobierno español para que la transacción llegue a buen puerto.
El Consejo de Ministros del pasado martes dio luz verde a la opa planteada por IFM. Sin embargo, el Ejecutivo impuso una serie de requisitos con el objetivo de asegurar la estabilidad de los proyectos de Naturgy en España y, sobre todo, para evitar que la compañía comandada por Francisco Reynés no termine siendo la nueva Endesa, cuyo 70% pasó a manos de la italiana Enel.
El visto bueno del Gobierno español era clave para 'desatascar' la operación, después de la norma aprobada el pasado año para impedir que un inversor extranjero, incluso europeo, pueda tomar una participación superior al 10% en el capital de una empresa española considerada como estratégica.
En el documento remitido a la CNMV, IFM indica que las condiciones impuestas «son el resultado de un diálogo institucional muy constructivo y están alineadas con los planes del oferente para su inversión en Naturgy, incluyendo el apoyo a desarrollar un plan industrial para la compañía que ayude a hacer de Naturgy un actor principal en la transición energética».
En sus primeras declaraciones tras este visto bueno, el director general de IFM Investors, David Neal, ha querido dejar claro que el fondo ha llegado con vocación de apoyar el Plan Estratégico 2021-2025 presentado hace apenas unos días por Naturgy, en el que la compañía prevé invertir unos 14.000 millones de euros para la incorporación de 14 GW renovables en el periodo, además de un impulso a la digitalización de redes y distribución.
«Vemos a Naturgy como una compañía cuya dirección estratégica y posición como empresa global y diversificada está firmemente alineada con nuestros principios y objetivos de inversion», ha expresado Neal.
Por otro lado, el directivo ha dejado entrever que no hay ninguna intención de aumentar el precio de la oferta presentada por 22,07 euros por acción, tras descontar los dividendos pagados por Naturgy este año. El mercado había abierto esta posibilidad después de que los títulos de la compañía hayan repuntado hasta rozar los 22 euros, sin apenas potencial alcista respecto al precio ofrecido por IFM. Pero el fondo defiende que su propuesta es ya «muy atractiva» para los accionistas de Naturgy, pues el valor se ha revalorizado, precisamente, por su oferta anunciada a principios de año, periodo en el que otras compañías del sector han registrado caídas acumuladas, «como se refleja en la evolución del Eurostoxx Utilities» que ha caído un 4% en el periodo.
Recuerdan, además, que la oferta persentada el 26 de enero presentaba una prima del 19,7% sobre el precio de Naturgy en ese momento (19,22 euros) y un 22,7% sobre la media ponderada de los tres meses anteriores (18,74 euros).
Estos cálculos presentados por IFM dejan claro que no tienen intención de mejorar su oferta. Así que el fondo se jugará todo a la aceptación de los minoristas. Criteria cuenta actualmente con un 25% del capital de Naturgy. Y en los últimos meses ha mostrado su interés en seguir siendo su principal accionista con compras continuadas de acciones y su intención de alcanzar el 29%.
Por su parte, CVC y GIP mantienen un 20,4% y un 20%, respectivamente, mientras qeu Sonatrach cuetna con una participación de un 3,8% en su capital y Norges Bank con un 1,14%. Con estos porcentajes, ahora queda un 28,76% de capital libre para que IFM encuentre el apoyo necesario a su oferta. Pero si finalmente Criteria eleva su participación al 29%, ese porcentaje se reduciría al 24,7%, una cifra quizá demasiado ajustada para alcanzar el 22,7% deseado. Sobre todo teniendo en cuenta que el precio actual de cotización de Naturgy se acerca mucho al de la propia opa.
Según el documento también público en el regulador, el fondo tendrá que apoyar el mantenimiento del domicilio social y de la sede efectiva de gestión y dirección de los negocios en España de Naturgy, además de «una parte significativa de la plantilla» del grupo en el país.
El Gobierno también pide a los inversores una política de dividendos «prudente», con el objetivo de destinar todos los recursos posibles a nuevas inversiones vinculadas a la transición energética. Del mismo modo, Naturgy no podrá superar los límites de endeudamiento recomendados por Competencia para no empeorar su calidad crediticia.
Por otro lado, IFM se compromete a no apoyar ninguna propuesta para una posible exclusión de Bolsa y tampoco ninguna de desinversión que se presente al Consejo de Administración o a la junta general de accionistas que implique la pérdida de control de las filiales y que pueda poner en riesgo el buen funcionamiento de las actividades de transporte y distribución de energía eléctrica y gas natural en España.
Estas condiciones serán de aplicación durante los cinco años siguientes a la liquidación de la opa, excepto en lo referente a las desinversiones, que se aplicará durante un plazo de tres años.
El pasado de martes, la ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, ya indicó que el incumplimiento de cualquiera de estos puntos daría lugar a la revocación de la autorización de la inversión «y constituirá una infracción muy grave», siendo su propio ministerio junto al de Asuntos Económicos y Transformación Digital que dirige Nadia Calviño los encargados de vigilar que IFM no se salte estas líneas rojas.
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